Duración: 52:13 minutos de juego; 9:17 de juego real.
Saques: 2 de Tainta (tantos 3 y 13) y 5 de Mendizabal III (tantos 3, 11, 15, 16 y 21)
Faltas de saque: 1 de Mendizabal III.
Pelotazos: 196 pelotazos en juego.
Tantos en juego: 7 de Tainta y 9 de Mendizabal III.
Errores: 8 de Tainta y 2 de Mendizabal III.
Marcador: 1-0, 1-1, 2-4, 5-5, 6-7, 7-7, 7-8, 8-8, 8-9, 9-12, 10-16, 10-17, 11-17, 11-18 y 11-22.
Botilleros: Ejercieron de botilleros Asier García (con Iker Tainta) y José María Mendizabal (con su hijo Aitor).
Incidencias: Partido correspondiente a la semifinales del Manomanista de Segunda disputado en el Frontón Municipal de Bergara. Buena entrada.
BERGARA - En el menudo cuerpo de Aitor Mendizabal se esconde un pelotari fuerte. La esencia del guerrero. Sin la pegada de otros, el pelotari de Antzuola usa al máximo cada fibra de su ser para sacar los partidos adelante. A veces artista y en otras ocasiones trabajador. Ayer, ante Iker Tainta tiró de oficio para llevarse la victoria por 11-22. El encuentro no era un festival más en el que se puede jugar con el alambre, era la semifinal del Manomanista de Segunda y había que ganar sí o sí. Por eso, Mendizabal dejó de lado las florituras y se limitó a aguantar los duros pelotazos de su oponente y a aprovechar cada pequeño regalo para no sumar tardes. Sin pasar ninguna. Sin perdón. La estrategia perfecta para sobrevivir a un choque que comenzó con mucho ritmo, casi sin pelotazos pero con los tantos volando de un lado hacia el otro y que fue decidiéndose a merced de la flaqueza mostrada por Tainta en los compases finales, víctima del buen hacer de Mendizabal.
El partido duró lo que le duró la gasolina a Tainta. El pelotari navarro no comenzó con buen pie y pronto se vio con un 1-4 desfavorable, pero gracias a su pegada volvió a conectar con su mejor versión y dominó la mayoría de los peloteos. Mendizabal, lejos de los cuadros alegres, trató de sobrevivir retrasando la pelota lo máximo posible aunque las buenas posturas de Tainta a la hora de jugar de aire le tuvieron maniatado. Las ventajas se fueron alternando y el desgaste empezó a hacer mella en los pelotaris. Las jugadas cada vez fueron más cortas y los errores comenzaron a convertirse en costumbre. En estas idas y venidas, Tainta llevó el ritmo del choque, para bien y para mal. La precipitación le jugó una mala pasada al navarro y cometió varios errores a la hora de arriesgar más de la cuenta. La final era un premio muy goloso y el ansia le pudo a Tainta, que se quedó sin poder romper el partido y dio vida a un oponente que no deja pasar ni la más mínima oportunidad (8-9). En ese momento se le encendió el semáforo al pequeño pelotari de Antzuola. Mendizabal tiene mucho trote a sus espaldas y supo entender los tiempos del partido. Tainta estuvo descolocado y Aitor se limitó a esperar sus oportunidades, sin forzar más de la cuenta y esperando a que el error llegara de parte colorada. Sin llamar excesivamente la atención, la brecha entre los dos pelotaris fue aumentando y Tainta se encontró con la final prácticamente perdida. Los errores había sido determinantes y el saque de Mendizabal terminó de acabar con sus opciones. El de Antzuola sacó mucho rendimiento a su particular saque, dando más de una vuelta y bombeando mucho la pelota. Así, a pesar de que cometió una falta, logró acabar cinco tantos de este modo y consiguió desequilibrar definitivamente el choque.
Con esta victoria, Mendizabal se convierte en el adversario de Gorka Esteban en la final del Manomanista de Segunda, que se disputará el 22 de mayo. Dos delanteros muy trabajadores y que gracias a su experiencia han ido doblegando uno a uno a pelotaris más jóvenes, a los que la ambición y el descaro no les ha servido para ser aspirantes a la txapela.