SEVILLA - “No hay duda. Ha sido la carrera más dura de mi vida, lo he pasado fatal... He terminado fundido”. De esta forma tan gráfica resumía Toñín Blanco su participación el pasado domingo en el Maratón de Sevilla minutos antes de tomar el AVE de regreso a casa. Sobre el mismo andén de la estación de Santa Justa, con la mirada a veces perdida, se intuía a un Toñín visiblemente contrariado por los meses invertidos en la preparación de la carrera y las malas sensaciones registradas a lo largo de la misma. Ni tan siquiera el apoyo de compañeros como Ibán Rodríguez, Marc Hurtado o Martín Fiz, que esta vez se acercó hasta la capital andaluza para atender sus compromisos empresariales, aliviaban al conocido atleta vitoriano, que solo fue capaz de comenzar a pasar página cuando la potencia del Pato entró en acción y el convoy comenzó a volar en dirección a Zaragoza. Entonces sí, con la sombra de la majestuosa Giralda ya de fondo, Toñín Blanco asumió que lo ocurrido forma parte del riesgo de un maratón. “Calentando tenía buenas sensaciones, así que pregunté en la salida los ritmos que iban a llevar las liebres de las chicas (3:35 la primera extranjera y 3:40 la primera nacional), pero como iba bien aposté por correr junto a un grupo que iba a 3:30 el kilómetro”, recuerda a este diario.

En en esta situación recorrió los primeros 15 kilómetros de la prueba, llegando en algunos puntos incluso a ser él quien tirara del grupo. Sin embargo, todo cambió a partir de ahí, especialmente después del avituallamiento de ese fatídico kilómetro 15. “Ahí comenzaron las náuseas y los vómitos. El primero solo tres kilómetros después de ingerir líquidos, sin embargo volví a recuperar las buenas sensaciones, pero en el kilómetro 20 la cosa empeoró con bilis y dolores de cabeza. Traté de engancharme al grupo de las chicas pero me fue imposible. Los vómitos se sucedieron tras cada ingesta, el estómago no admitía nada y me entró flato, pero no quería retirarme y así conseguí llegar a meta. Fundido como nunca, pero con la mente ya puesta en mi siguiente cita, que será Madrid y luego Vitoria”.

iván fernández tendrá que volar Entre el resto de alaveses que corrieron en Sevilla, las noticias fueron de otro calibre. Marc Hurtado fue el más destacado con una marca de 2:26:40, tres minutos mejor que su anterior registro; Ibán Rodríguez, que acompañó a la primera atleta clasificada (Paula Gómez), también mejoró su anterior marca en dos minutos (2:31:20), mientras que Alberto Bravo (2:33) y el debutante en la distancia Alberto Alba (2:38) cumplieron asimismo sus expectativas no sin mucho sufrimiento.

El que no corrió en esta ocasión fue Iván Fernández, que aplazó su participación en Sevilla a otro maratón en primavera en el que, vistas las marcas registradas el domingo por sus rivales en el camino hacia Río de Janeiro, tendrá que volar si quiere lograr el pasaporte. Y es que de las tres plazas que España convoca para la carrera de agosto, dos ya tienen dueño: la de Javi Guerra, que logró la mínima en Londres’12, y Carles Castillejo, que ganó el domingo en Sevilla el Campeonato de España (2:11:28). La tercera, que decidirá el seleccionador, se la jugarán el madrileño Jesús España, que en su debut en la distancia también en la capital andaluza firmó otro tiempazo de 2:11:57, y el propio Iván Fernández, que presumiblemente tendrá que bajar de ese registro si quiere ver cumplido su sueño olímpico. El desenlace, en cualquier caso, antes del próximo 1 de mayo.