Fue secretario general adjunto de FIFA y trabajó en esta casa entre 1999 y 2010. Intentó presentarse como candidato a los últimos comicios de FIFA, pero no llegó a formalizar su candidatura al no reunir el aval necesario de cinco asociaciones. Champagne, de 57 años, hizo carrera como diplomático en países como Omán, Cuba, EEUU y Brasil; trabajó como colaborador durante siete años en la revista France Football y formó parte del Comité Organizador del Mundial de Francia 98. El candidato galo se desvinculó de la FIFA a causa de “presiones internas y externas”, según denunció, y en consecuencia no participó, enfatiza, en todos los escándalos posteriores, sobre todo en la designación de los Mundiales de Rusia y Catar 2022, cuya legalidad está sometida a investigación.