España2

Eslovaquia0

ESPAÑA Casillas; Juanfran, Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba; Busquets, Cesc (Cazorla, m.67), Iniesta (Koke , m.85); Pedro, Silva y Diego Costa (Alcácer, m.75).

ESLOVAQUIA Kozacik; Pekarik, Salata, Hubocan, Tesák; Gregus, Gyömbér, Hrosovsk (Sabo, m.73), Svento; Hamsík (Duda, m.61) y Mak (Duris, m.46).

Goles 1-0, m.5: Jordi Alba. 2-0, m.30: Iniesta de penalti.

Árbitro Damir Skomina (SLV). Amonestó a Kozacik (30) y Tesák (83) por Eslovaquia.

Estadio Carlos Tartiere. 24.000 espectadores.

OVIEDO - España asaltó el liderato del Grupo C en un duelo decisivo ante Eslovaquia, a la que anuló con su fútbol de toque, recuperando la brillantez del pasado en un primer acto en el que los tantos de Jordi Alba y de Andrés Iniesta, de penalti, plasmaron una superioridad que acerca la Eurocopa 2016.

España recuperó la mejor de sus versiones con futbolistas que dan un paso al frente en responsabilidad ante la ausencia de antiguos iconos. Nadie podrá ser Xavi en el fútbol de toque pero su herencia la interpreta mejor que nadie Iniesta, asociado al crecimiento de David Silva como líder absoluto del Manchester City aplicado a la Roja y un Sergio Busquets inconmensurable, dueño de todo en el campo.

No hubo tiempo para la duda. A los segundos España golpeó por primera vez. El buen movimiento del balón con cambio de banda descolocó a la defensa, Silva inventó el pase perfecto y Jordi Alba sorprendió desde atrás para sumar un nuevo gol importante. Su cabezazo a placer encontró al portero vencido a media salida.

La mejor recompensa estaba conseguida en cinco minutos. España remaría con viento a favor, obligando a su rival a cambiar su planteamiento presionada también por el triunfo de Ucrania. No pesó lo sentimental en Del Bosque para la titularidad de Cazorla en Oviedo. Cesc ganó el pulso, a dos partidos de ser centenario, pieza clave para terminar de rematar la integración de Diego Costa.

Los centros continuos desde las dos bandas buscaban rematador, pero el que remataba era Jordi Alba que tuvo otro testarazo para marcar su doblete. No los encontró Diego Costa, que sí sacó máximo provecho a un mínimo espacio cuando España pudo jugar directo. Cesc vio su movimiento a la media hora de juego y el mínimo contacto con el portero, buscado por Costa, con buena caída invitó al árbitro a señalar penalti. Iniesta lo definió con calidad.

Eslovaquia estaba en la lona y no encontraba síntomas que le hiciesen pensar estar mejor. Agobiado por la presión de España, con Busquets multiplicándose y robando en banda como apareciendo al borde del área para asistir e incluso disparar para cerrar el primer acto. Casillas, con todo el cariño de la afición desde que pisó Oviedo, sacó una abajo a Hamsik para mostrar su mejoría.

Los errores de Zilina estaban apuntados. No había opción al exceso de confianza, aunque en el segundo acto bajase el ritmo pero siempre con el dominio de la Roja. El objetivo de asaltar el liderato estaba conseguido y sobraron florituras.