madrid - La sala VIP del estadio Vicente Calderón se llenó de trofeos para despedir a Raúl García. Los siete títulos ganados con el Atlético (una Liga, una Copa del Rey, dos Ligas Europa y tres Supercopas, una de España y dos continentales) en sus ocho temporadas como colchonero brillaron con luz propia en la emotiva despedida que el club madrileño quiso brindar al navarro como consecuencia de su fichaje por el Athletic.

Fue un adiós en el que afloraron las lágrimas, que se vieron reflejadas en el rostro del propio Raúl García y en el de su ya excompañero de vestuario Koke, presente en el acto junto a Gabi Fernández, Fernando Torres, Juanfran Torres, Miguel Ángel Moyá, Tiago Mendes, Jesús Gámez y Filipe Luis, quienes acudieron en representación de la primera plantilla del Atlético. El centrocampista navarro, convertido ya en león de cara a las cuatro próximas temporadas, no pudo contener la emoción durante su discurso.

Fue aplaudido cuando entró en la abarrotada sala VIP, en la que también le acompañaron José Luis Pérez Caminero y el presidente Enrique Cerezo, y también cuando las lágrimas interrumpieron sus palabras. “Es imposible”, acertó a decir con voz entrecortada mientras intentaba calmar la emoción. “Me voy con la sensación de ser muy feliz. Afortunadamente he conseguido lo que yo quería, que la gente me conociera personalmente”, añadió el jugador, acompañado de su hija y su mujer. “Tener tantos títulos aquí al lado es una satisfacción a nivel deportivo, pero cuando llenas a la gente de la manera que les he llenado es lo que me vale. Mi trabajo es jugar al fútbol, pero esto es una carrera desde que nací, con mis padres enseñándome los valores que tienen importancia en la vida”, subrayó Raúl García, que volvió a confesar que la decisión de abandonar el Atlético para incorporarse al Athletic ha sido “muy complicada”. “Al final, tienes una balanza en la que pones todo para sopesar la decisión. Siempre he luchado al máximo para conseguir todo lo que tengo y si me quedaba, iba a ser la misma sensación, pero soy demasiado competitivo como para que me valga jugar los ratos o los partidos que tengo. Todo jugador quiere competir al máximo”, remarcó instantes antes de referirse a la atractiva puerta que se le abre en Bilbao.

a ganarse el puesto “Me dan la opción de ir a un club muy bonito, que está haciendo las cosas muy bien y sé que me voy a tener que ganar el puesto, porque nadie me va a regalar nada. Pensé en todo con la cabeza fría, ya que cuando piensas un poco con el corazón, los sentimientos no te dejan ver las cosas claras. Es una decisión muy meditada, muy hablada con mi familia y creo que va a ser la correcta”, apuntó el navarro, que no descartó regresar algún día al Atlético, aunque indicó que “de momento, estoy con la cabeza puesta en este nuevo reto que tengo. Tanto mi familia como yo tenemos una ilusión muy grande por lo que nos viene en esta etapa”.

Enrique Cerezo, por su parte, aprovechó su intervención para alabar el compromiso de Raúl García y desearle la mejor de las suertes en el Athletic. “Ha sido un orgullo tenerte en nuestro equipo tanto tiempo, ocho años, porque has sido y serás un atlético de raza. Esta camiseta ha sido muy importante para ti y allá donde vayas siempre la sentirás como tuya”, afirmó el presidente colchonero, que también señaló que “las despedidas siempre son tristes, pero también es un día para estar contentos, porque te vas a un gran equipo con el que, como bien sabes, nos unen muchas cosas, porque sus magníficos seguidores fueron en su día los que fundaron este gran Atlético de Madrid”.