londres - El número uno del tenis mundial, Novaj Djokovic, se clasificó ayer para la cuarta final de su carrera en Wimbledon, tercer Grand Slam de la temporada, después de imponerse al francés Richard Gasquet (7-6(2), 6-4, 6-4).
Campeón en 2011 ante Nadal y en 2014 ante Federer, y superado por Murray en la final de 2013, Djokovic tendrá mañana una nueva oportunidad para coronarse en la pista central del All England Tennis Club.
Pese a su derrota en tres sets, Gasquet demostró por qué se había ganado un billete para semifinales y logró rebajar el tenis del balcánico, pero acusó el cansancio acumulado después de su duro partido de cinco mangas frente Wawrinka y sucumbió tras más de dos horas.
En el primer set, el número uno mundial cobró un rápido 2-0 a favor, pero encajó su único break del partido y hubo que llegar hasta el tiebreak, ya que no encontraba resquicios para hacer daño a su adversario. En el desempate, pisó el acelerador tras el 2-2 inicial para sumar cinco puntos consecutivos y la primera ventaja importante.
En los otros dos parciales, Nole repitió una rotura de servicio tempranera y aguantó su saque con solvencia ante un Gasquet que dejó muestras de su talento, pero que siempre vio cómo su rival reaccionaba en el momento justo, apoyado en los 46 golpes ganadores.
federer, su rival El contrincante mañana de Djokovic será Roger Federer, quien volvió a firmar un recital para plantarse en su décima final de Wimbledon, en esta ocasión ante el ídolo local, Murray, en tres sets (7-5, 7-5, 6-4) y sin apenas error. El de Basilea volvió a rayar la perfección con un juego eficaz y sólido que empequeñeció al número tres del mundo.
El suizo tomó las riendas de la semifinal en un primer set parejo y de mucho nivel. El número dos del mundo comenzó cediendo una bola de break, si bien sería la única del partido y solo la cuarta en seis partidos.
Cinco bolas de set salvó Murray sacando con 4-5 en contra. El escocés se aferró a la hierba londinense y a su saque, pero Federer volvió a la carga. El tenista británico comenzó a tirar la toalla y, obligado por Federer, terminó hincando la rodilla. - Efe