El Bernabéu exhibe al mundo el mejor clásico, un espectáculo repleto de estrellas con Real Madrid y Barcelona exhibiendo un buen puñado de los mejores futbolistas del mundo, en un duelo que mide el verdadero nivel de la remontada madridista y que deja a los azulgranas la posibilidad de asestar un duro golpe si amplía a siete puntos la distancia.
La novena jornada deja el que, posiblemente, es a día de hoy el mejor partido del mundo. Ningún equipo que no sea Real Madrid y Barcelona reúne a jugadores considerados entre los mejores en cada demarcación, especialmente en un centro del campo y una delantera que deciden duelos.
Kroos, Modric, Isco y James como pócima para quitar por primera vez el balón a los Rakitic, Busquets, Iniesta y quien sabe si la presencia del maestro Xavi Hernández. Los momentos dulces de Cristiano y Benzema para imponerse en pegada a la nueva versión de Messi y el goleador Neymar, con el aliciente del regreso de Luis Suárez en el momento preciso. El clásico tiene todos los ingredientes para garantizar el espectáculo.
A él llega lanzado un Real Madrid en el que se ha cumplido nuevamente la petición de Ancelotti. Pidió “tiempo”, como la pasada temporada, para reajustar un equipo que perdía jugadores tan importantes como Alonso y Di María. Y tras las duras derrotas ante Real Sociedad y Atlético de Madrid, los resultados le dan la razón. Ocho victorias consecutivas dan forma a la carta de presentación al clásico. Examen para Casillas, que encadena tres partidos sin encajar gol para recuperar confianza. En defensa se espera la entrada de Carvajal por Arbeloa y se apunta a la cita Ramos, recuperado de la lesión de sóleo que le ha tenido tres semanas de baja. Tampoco se lo quiere perder Pepe que arrastraba unas ligeras molestias por lo que Varane se quedará fuera.
La baja de Bale modifica el estilo. El Real Madrid será menos vertical y directo, ganará con Isco posesión y precisión en el juego. En Anfield demostró que va pareja a la velocidad en el toque y la pegada. Extenderlo ante el Barcelona es el objetivo. Con todo tan claro en la víspera que Ancelotti deja caer una “sorpresa” en su once. Es complicado adivinar cuál sería y solo la entrada de un centrocampista destructivo, Khedira, para la lucha en la medular, podría sorprender. Sería una apuesta que se aleja de la valentía en estos partidos que va en el libro de ruta del italiano.
A diferencia de otros años, en los que el equipo catalán estaba cantado, en esta ocasión existen muchas dudas en algunas posiciones. La principal, la alineación del uruguayo Luis Suárez, hecho que de producirse podría ser un mensaje claro el que enviará Luis Enrique a los suyos.
Para muchos barcelonistas, a pesar de que lleva cuatro meses sin disputar un partido oficial, Luis Suárez debería salir en el equipo titular junto a Messi y Neymar, en el 4-3-3 o en un 4-4-2. Esta es la gran incógnita de los azulgranas en ataque, mientras que en el centro del campo, donde el Barça se deberá batir a un rival que en esta ocasión sí que le podría discutir el balón, vuelve a aparecer la opción de Xavi, un clásico inamovible que ahora es más prescindible para Luis Enrique.
El entrenador azulgrana está pendiente de poder contar con Sergio Busquets, de baja en el choque contra el Ajax, pero todo apunta a que estará en Madrid. Recuperado el mediocentro, es de esperar que Iniesta juegue a la izquierda y que Rakitic lo haga a la derecha, a no ser que el entrenador tenga otros planes con Xavi.
Si Busquets entra en la alineación, Mascherano saltará del mediocentro, donde jugó contra el Ajax, presentándose como una baza para la dupla de centrales, donde todo apunta a que Gerard Piqué será un fijo, aunque la trayectoria del catalán esta temporada, en la que no es un indiscutible de Luis Enrique, le podría restar protagonismo, quizá en parte porque en tres ocasiones frente al Ajax errores del central barcelonés estuvieron apunto de convertirse en gol.
Así, mientras el chileno Claudio Bravo tendrá la ocasión de dejar por novena jornada seguida su puerta a cero, el Barcelona sigue invicto e imbatido con el meta sudamericano en la Liga, delante tendrá una pareja de centrales que podría ser una sorpresa, ya que Mathieu volverá a ser una opción clara. - Efe