Sao paulo - Además de las protestas y los retoques finales en algunos estadios, la amenaza de huelga de metro en Sao Paulo durante el Mundial de Brasil se ha convertido en un quebradero de cabeza más para las autoridades brasileñas, y para la FIFA, que en más de una ocasión se ha quejado de la falta de organización del torneo.
La capital paulista, sede del partido inaugural entre Brasil y Croacia, vivió ayer otro día de paralización en la que se registraron enfrentamientos entre huelguistas y miembros de la Policía Militarizada por segundo día consecutivo. Además del trastorno en la rutina diaria de millones de personas, la huelga y la lluvia dejaron cifras récord de tráfico en las vías.
Protestas El Comité Popular del Mundial de 2014 y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, que coordina varias protestas contra la Copa del Mundo de fútbol, denunció ayer que sólo cuatro empresas brasileñas acapararon la mayoría de contratos de obras públicas para el evento.
Las denuncias fueron hechas durante la presentación del tercer informe: Megaeventos y Violaciones de los Derechos Humanos, en la que justificaron su decisión de liderar las protestas contra el Mundial. La organización social instó al Gobierno a que investigue un posible cártel que estaría formado por las principales empresas contratistas de obras públicas del país: Andrade Gutierrez, Odebrecht, Camargo Corrêa y OAS. - Efe