PAMPLONA. "No he soñado con ganar a Aimar Olaizola", relataba ayer Ekaitz Saralegi en la elección de material de la semifinal del Cuatro y Medio que le enfrenta al goizuetarra el sábado en el frontón Labrit de Iruñea una semana más tarde de lo previsto, dado que la contienda se retrasó porque había problemas de emisión y en Nitro daban los entrenamientos del último Gran Premio del Mundial de Fórmula 1. Así, el delantero de Amezketa prefiere no soñar. No lo ha hecho. "Mejor no soñar", dice. Y es que, el manista guipuzcoano, que ha alcanzado la gloria en la pelota a mano profesional con 34 años, en su juventud pelín tardía afronta el partido más importante de su carrera en la cancha iruindarra, pero prefiere no aventurarse. "Lo mejor es venir tranquilo a la eliminatoria con Aimar y pensar solo en ello", analiza. En el retrovisor de Saralegi no se iluminan las tardes y las noches de gloria en más de una década en la pléyade manista, aunque siempre se le ha considerado uno de los especialistas con mayor talento dentro de la jaula. Por una cosa u otra, enfrentamientos, problemas o mala suerte, jamás había estado tan cerca de la txapela. De ahí que explotara en el Astelena al derrotar a Mikel Idoate, un pelotari durísimo y de talento. Quizás por eso prefiere no aventurarse a mirar un futuro cercano. Por eso y porque delante tiene al campeón, cuyo bagaje competitivo es casi impoluto y asegura que "ya han pasado los problemas físicos".
Una de las cosas en las que hace hincapié el delantero de Amezketa es en amanecer con tranquilidad. "Si pierdo no pasa nada; contra Aimar pierden muchos y seré uno más", cuenta Ekaitz, quien apostilla que "vendré a ganar". Son los mantras de un delantero explosivo en el remate, al que se le venía achacando quizás problemas con pelotaris de mayor rango en la cancha, con mejores prestaciones defensivas e ideas claras, pero que en las últimas fechas ha ganado en el territorio físico. Culpa de ello tiene Etor Mendia, preparador del sector guipuzcoano de Asegarce, quien ha metido en horas en el gimnasio para contemplar la explosiva subida que ha tenido Ekaitz. No obstante, cuenta el delantero que "no ha pensado siquiera en ganar". "Sí que piensas en tácticas para vencer a Aimar, pero lo mejor es no pensar en nada y salir a jugar. Vendré a hacer mi partido, pero sé que es difícil. Intentaré llegar a la final", declara Ekaitz, debutante en estas lides. Para apoyarle, desde Amezketa se está preparando una buena. Por ahora, han fletado ya un autobús para el sábado dirección a Iruñea y cabe la posibilidad de sean dos. "Además, vendrá gente en coche. Para ellos es un premio que un pelotari de casa llegue a semifinales. Para mí también", desgrana Saralegi.
Aimar Olaizola, no obstante, se erige como favorito clarísimo al triunfo. No solo por ser el campeón y el más laureado dentro de la jaula, sino porque sus prestaciones son impresionantes: maneja el saque-remate, defiende mucho y pelotea bien. Aun así, el goizuetarra se esconde un poco. "Los dos tenemos la misma presión. Para los dos es lo mismo. Él no creo que salga a disfrutar. Él tiene para ganar y para perder lo mismo que yo. Está claro que es la primera vez que puede estar en una final tan importante y para él es un partido muy importante", desvela el goizuetarra, quien agrega que "Ekaitz es un pelotari que juega mucho en esta distancia y nadie le ha regalado nada. Los partidos que ha jugado ha estado muy fuerte. Es un pelotari que saca muy bien, con la derecha le da velocidad y con la zurda acaba perfecto. Tengo un partido complicado". Así, el menor de los Olaizola sacará pelotas más fuertes y vivas, de 104,4 y 106,4 gramos, que las de su adversario, de 104,8 y 104,6.
Semifinales de Segunda En Segunda, por otro lado, Gorka y Lemuno seleccionaron ayer material para la semifinal del Cuatro y Medio que tienen mañana en el San Lorenzo de Ezcaray. El local seleccionó cueros de 106,1 y 105,6 gramos y su contrincante se decantó por pelotas de 106,7 y 105,1. El riojano valoró que "una de las pelotas de Lemuno es excesiva".