parís. Remontada épica de la Francia de Didier Deschamps frente a Ucrania en la vuelta de la repesca que permite a los galos acudir al Mundial de Brasil. Los bleus se impusieron 3-0 en un partido que jugaron con ambición, nada que ver con la indolencia mostrada hace cuatro días en Kiev, cuando se inclinaron 2-0 y dejaron con el corazón en un puño a los galos.

Por segundo Mundial consecutivo, Francia sacó el billete en la última estación y de forma agónica. Aunque a diferencia de lo logrado hace cuatro años contra Irlanda, en esta ocasión mostraron talento, fuerza y actitud para remontar un resultado que se antojaba complicado. La necesidad de la remontada avivó el instinto ofensivo de una selección gala que se enfrentaba a la difícil tarea de marcar ante un combinado que encadenaba ocho encuentros con su portería a cero.

Pero los bleus hicieron de la necesidad virtud, salieron en tromba hacia la portería de Piatov, deseosos de arrastrar en su pelea a un enfervorecido público que abarrotaba el Estadio de Francia. Ya desde el minuto dos, una internada de Benzema -el jugador del Real Madrid hizo méritos para dejar de ser discutido por los aficionados franceses- llevó la emoción a la grada. Su centro se paseó por el área sin encontrar rematador, pero el efecto estaba logrado: Francia tenía ya en el público a su duodécimo jugador.

Ucrania logró aplacar esa primera oleada gala, pero los de Deschamps -que acabó manteado por los suyos sobre el terreno de juego al término del encuentro- no cejaron en su empeño y siguieron atacando. Hasta que en el 22 Sakho aprovechó un rechace a un disparo de Ribéry dentro del área para lograr el primer tanto. Los locales tenían ya su segundo objetivo, el de hacer posible la remontada.

Ucrania se arrugó al tiempo que Francia se crecía. Siete minutos más tarde el árbitro anuló a Benzema un tanto por un dudoso fuera de juego y, cuatro después, el madridista partió en posición también cuestionable para conseguir el gol, pero esta vez los colegiados lo dieron por bueno. De nada sirvieron las protestas ucranianas, sobre todo de Mikhail Fomenko, que pedía un fuera de juego del madridista.

ucrania, con uno menos El tercer escalón estaba superado, Francia logró equilibrar la eliminatoria tras el desastroso encuentro de Kiev. Restaba una última meta, la de culminar la épica remontada. Un objetivo que se allanó cuando nada más volver del descanso, el colegiado expulsó al defensor central ucraniano Hacheridi, que vio la segunda amarilla por una dura entrada a Ribéry.

Los galos tenían por delante toda una segunda mitad para acabar la labor y se pusieron manos a la obra, con menos ímpetu, más paciencia y control. Las ocasiones se multiplicaron, en las botas de Benzema, Ribéry y Valbuena, pero la falta de puntería o el acierto de Piatov retrasaron el tanto.

Una estirada ucraniana en el minuto 70 dio a Zozulia la oportunidad de marcar, pero una buena intervención de Lloris lo evitó. Pero al minuto siguiente, a la salida de un córner, Gusev llevó el cuero a su propia portería ante la amenaza de Sakho. Cuarto objetivo logrado, Francia sacaba billete para Brasil de forma brillante. Ya no hay cisma en la República. No se repitió lo ocurrido hace dos décadas en otra repesca ante Bulgaria. Los pupilos de Deschamps serán una de las selecciones que el próximo verano luchen por el Mundial. Eso sí, necesitarán mejorar su juego y mejorar la actitud. Tienen un buen punto de partida en el que fijarse con la remontada que protagonizaron anoche.