LONDRES. Bartoli, una jugadora que no estaba en las apuestas previas para ganar el torneo, firmó una contundente victoria sobre la alemana en la pista central del All England Club seis años después de haber perdido una final en ese mismo escenario ante la estadounidense Venus Williams.

La francesa se convirtió en la tenista número 42 que gana un Grand Slam y la décimo octava mujer que alcanza la gloria en la hierba de Wimbledon.

La última jugadora que había entrado en el cuadro de honor del tenis mundial al hacerse con un gran torneo fue la bielorrusa Victoria Azarenka al ganar el Abierto de Australia en 2012.

La francesa cerró hoy ante Lisicki un Wimbledon casi perfecto en el que no ha cedido un solo set, un logro que solo cinco jugadoras habían firmado hasta ahora durante la Era Open.

Bartoli, que ha transitado por el torneo londinense con la fortuna de no cruzarse en su camino a ninguna de las diez primeras tenistas del ránking, se enfrentaba hoy a una de las jugadoras con un puesto más bajo en la WTA que había accedido hasta ahora a la final de un Grand Slam.

La última vez que una vigésima tercera cabeza de serie lo logró fue hace seis años, precisamente cuando la mayor de las Williams alcanzó el último partido del torneo londinense para derrotar a Bartoli.

El hecho de que hoy se enfrentaran en la pista central del All England Club dos jugadoras sin un gran torneo en su palmarés es un hecho poco frecuente en el circuito que en la última década ha ocurrido tan solo en seis ocasiones.

Conscientes de la oportunidad de inscribir su nombre en la historia del tenis, ambas jugadoras saltaban a la pista bajo presión.

Bartoli abrió el partido con fuerza, rompiendo los dos primeros servicios de Lisicki, que se mostraba más imprecisa que en los últimos encuentros y dejaba que su rival la arrinconara al fondo de la pista.

Durante el primer cuarto de hora, la alemana vio cómo la francesa se apuntaba tres de cada cuatro intercambios al resto, y acabó cerrando con un contundente 1-6 en contra un primer set en el que cometió 14 errores no forzados, tres veces más que su rival, y falló cerca de la mitad de sus primeros servicios.

El segundo juego del siguiente parcial, una larga batalla de más de diez minutos con Bartoli al servicio, minó aún más los ánimos de Lisicki, que por primera vez en el encuentro plantó cara a su rival pero no pudo concretar su amenaza tras desaprovechar cuatro bolas de ruptura.

La alemana había caído en un pozo y perdió su saque en el siguiente juego, que dejaba a la francesa más cerca que nunca del trofeo de Wimbledon.

Con todo, Lisicki reaccionó en los últimos instantes, cuando iba 1-5 por detrás en el segundo parcial y le arrancó a su rival tres bolsa de campeonato antes de acabar cayendo definitivamente por 6-4.