El técnico del Bayern Múnich, el catalán Josep Guardiola, dirigió ayer por primera vez, sin revelar estrategias, el entrenamiento del conjunto bávaro, seguido desde las gradas por unos 8.000 aficionados. El extécnico del Barcelona se presentó en el césped junto a dieciséis jugadores de su nuevo equipo, encabezados por el capitán Philipp Lahm y con el internacional Mario Gómez acaparando casi tanta espectación como el propio técnico, ya que su marcha a la Fiorentina está cercana.