polsa. La cara de Samuel Sánchez no podía ocultar el nerviosismo. Sentado en la zona reservada junto al podio, esperaba el desenlace de la décimo octava etapa o, al menos, a que alguien mejorara el tiempo que él había firmado en la meta. La realización de la televisión italiana, entre toma y toma de los ciclistas que seguían compitiendo, colaban un plano del asturiano, que hacía como que no se sentía observado y miraba la pantalla de la carrera como el cantante que está pendiente de sus votaciones tras actuar en Eurovisión. Cadel Evans atravesaba la meta y su registro seguía imbatido, pero faltaba el líder. Vincenzo Nibali, sin duda el hombre más fuerte en este Giro, se vio empujado por la maglia rosa y se llevó la victoria de etapa. Por un solo hombre, por el último en llegar, Samuel Sánchez se quedó sin conseguir el ansiado botín que busca Euskaltel-Euskadi en tierras italianas.
Vincenzo Nibali no tuvo piedad y desmontó cualquier esperanza por intentar darle caza en la clasificación general. Sus rivales más directos, Cadel Evans y Rigoberto Urán, perdieron 2:26 minutos y 1:26 respectivamente. Los dos mantienen los dos puestos de honor en el podio, pero a más de cuatro minutos de la maglia rosa. Salvo catástrofe en las dos últimas etapas de montaña, Nibali se adjudicará el Giro, su segunda grande tras la Vuelta a España de 2010.
Samuel Sánchez fue el último participante en recorrer los 20 kilómetros en seco, ya que justo cuando él llegaba a meta comenzó a llover.
Tras ver el desenlace de la etapa, el ciclista naranja no ocultaba su decepción: "Nibali ha estado muy fuerte, me ha sacado una renta de casi un minuto. Es la maglia rosa, italiano, está en su carrera, tiene un estado de forma envidiable... Está claro que tenía un punto de motivación extra y ha hecho una gran crono. Solo queda felicitarle por el triunfo, ha sido el mejor. Para nosotros, la etapa de hoy era una oportunidad de triunfo y hemos estado en la puja hasta el final. Ha estado cerca, hubiera sido una victoria muy bonita, muy trabajada. Habrá que seguir peleando hasta el final".
etapa modificada Finalmente el Giro no visitará las cumbres del Gavia ni del Stelvio. Las malas condiciones meteorológicas, la nieve y el frío extremo que se ha instalado en esa altitud, hacen imposible que el pelotón afronte el recorrido propuesto inicialmente por los organizadores.
Los dirigentes del Giro llevaban varios días buscando alternativas y ayer, finalmente, decidieron renunciar a dos puertos que muchos esperaban como la gran oportunidad para rascar un triunfo en la corsa italiana. En su lugar, la carrera visitará primeramente el Passo del Tonale, de segunda categoría, y el Passo Castrin, de primera. La meta se mantendrá en Val Martello.