Roma. Rafa Nadal alcanzó ayer las semifinales del Masters 1.000 de Roma, quinto de la temporada, donde se enfrentará a Tomas Berdych, tras ganar (6-4, 4-6, 6-2) a David Ferrer en un gran partido de más de dos horas y media, llegando así a las 16 victorias consecutivas sobre el alicantino en tierra batida. Una semana después se volvían a ver las caras las dos mejores raquetas españolas, tras la victoria de Nadal sobre Ferrer en tres sets en el Mutua Madrid Open. El mallorquín debía ganar el torneo y que Ferrer no pasase de cuartos para arrebatarle el cuarto puesto de cara a Roland Garros, por lo que se jugaban algo más que el pase a semifinales, y Nadal salvó el primer escollo para lograrlo.

En el cuarto juego, con 1-2 a su favor, Ferrer gozó de tres bolas de ruptura que no aprovechó. Se le podía haber puesto de cara el primer set pero en el siguiente juego fue Nadal el que encontró el quiebre en la primera opción que tuvo, dejándolo encarrilado con 4-2 al ganar de seguido su servicio, en el que el de Jávea tuvo otras dos bolas de break. Manteniendo el servicio y sin más sustos cerró el primer parcial el mallorquín.

Pero no se rindió Ferrer y en el segundo set comenzó arrollando. Con dos quiebres y ganando sus servicios con mucha seguridad, llegó a ponerse 0-4. Sin embargo, en ese momento llegó la locura que estuvo a punto de echar por la borda la ventaja que había logrado. Nadal recuperó una de las dos roturas de desventaja y ganando su servicio se acercó hasta el 2-4. Ganaron ambos sus siguiente juegos con saque, por lo que Ferrer se encontró con 3-5, servicio y 40-30 favorable para cerrar el set, cuando le tembló el pulso cometiendo una doble falta. Ganó Nadal los dos siguiente puntos, colocándose 4-5 abajo con saque. Y fue ahí cuando el alicantino sacó su característica casta para romper de nuevo y forzar el tercero. En el último y definitivo set se truncaron las esperanzas de Ferrer de ganar a Nadal en tierra batida tras 15 intentos fallidos, a pesar de que en el segundo juego gozó de dos opciones de ruptura, que no materializó.

Antes, Novak Djokovic naufragó a la hora de disputar su tercera final consecutiva en Roma tras caer eliminado en cuartos frente al checo Tomas Berdych (2-6, 7-5, 6-4), que tuvo juego y fuerzas para remontar a su bestia negra del circuito. El serbio llegó a dominar por 6-2 y 5-3.