Es indudable que el pase a semifinales se ha puesto imposible. Ganarle a un equipo con este potencial tres partidos seguidos se me antoja un desafío demasiado grande para el Baskonia. Estoy seguro de que si el rival hubiera sido el Olympiacos o el Efes, hubiera tenido más oportunidades de pasar. Ser cuarto en el Top 16 dificultó el tener un cruce un poco más equilibrado. Hoy por hoy, el equipo de Messina puede ser el más compensado de todos los que participan en la Euroliga. El Baskonia tiene que prepararse para intentar ganar un encuentro en Vitoria ante su afición, o por lo menos, intentarlo. Sigo creyendo que, a pesar de la diferencia de presupuesto entre ambos equipos, el Caja Laboral está capacitado para darle más guerra de la que le ha dado. Y, jugando en casa, con más razón todavía. En el primer cuarto pudimos ver el juego típico azulgrana, jugando en velocidad y apoyándose en el tiro exterior. Además, Lampe supo jugarles a los pívots rusos cerca del aro anotando con cierta comodidad. Tras su tercera falta, el escenario cambió totalmente. Tanto Krstic como Kaun camparon a sus anchas. Los cambios en los pick and roll no volvieron a surtir efecto y nos hicieron mucho daño. Nemanja sigue desaparecido en combate. Para un jugador llamado a ser un referente y en el que mucha gente ha depositado grandes esperanzas en sus capacidades, Moscú era un buen escenario para reivindicarse y no lo aprovechó. El tiempo y los años avanzan y el tren no pasa todos los días. Es ahora o nunca porque los gestores baskonistas tienen una paciencia limitada con las promesas. En cuanto a los exteriores, Krhyapa volvió a dar una exhibición de lo que es un jugador completo, de esos que el propio Messina calificaba como mentalmente poderosos. Comete pocos errores no forzados, es capaz de anotar, asistir, rebotear, recuperar balones, correr el contraataque, sacrificarse en defensa para que un jugador como Nocioni pase desapercibido... En definitiva, un jugador que todo entrenador quisiera tener en su equipo. De los nuestros, Causeur ha demostrado en los dos partidos que es un jugador con el que se puede contar para el futuro. No se ha arrugado a pesar de que cada uno hacía la guerra por su cuenta. A Nocioni le vi con impotencia por no poder desplegar su juego. Tener un tres enfrente más grande y con mejor condición física fue un handicap. En cuanto a los bases, Cook estuvo mucho mejor en el segundo partido, pero está lejos de la visión de juego de Teodosic y Papaloukas. Y de Heurtel, seguro que ningún aficionado ruso reparó en su juego porque pasó desapercibido.
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