manchester. El Real Madrid se juega hoy (20.45 horas) el todo o nada en un nuevo intento de alcanzar su décima Copa de Europa, amparado en la imagen de su líder, el portugués Cristiano Ronaldo, que se dará un baño de masas en su regreso a Old Trafford con la necesidad de una nueva gesta para eliminar al Manchester United. El empate a uno de la ida obliga al equipo de José Mourinho a repetir la hazaña copera del Camp Nou. "Quien puede ganar en Barcelona, puede hacerlo en Manchester", asegura Özil expresando el sentimiento de una plantilla lanzada en su moral por dos clásicos con victoria en una semana, que se olvida de que está al borde del abismo en Europa.

Con Mourinho el conjunto madridista recuperó el prestigio perdido en el Viejo Continente. Dos semifinales consecutivas hacen olvidar años sin superar la barrera de octavos de final. En esta edición, superado en la fase de grupos por el Borussia Dortmund, su cruce no pudo ser peor. En el teatro de los sueños se reencuentra con fantasmas del pasado. Pero también con grandes recuerdos. En Old Trafford se exhibieron desde Alfredo Di Stéfano a Ronaldo Nazario, pasando por el regate de tacón para la historia de Fernando Redondo. Imágenes teñidas de blanco en casa de los diablos rojos en una eliminatoria que trae su quinto capítulo, con tres triunfos para el Real Madrid y uno para el Manchester en el pasado.

Cristiano Ronaldo será el centro de todos los focos en la vuelta a la que fue su casa. En Manchester se convirtió, de la mano de Sir Alex Ferguson, en uno de los mejores futbolistas del mundo. Seis años en los que su imagen creció antes de fichar por el Madrid, donde está alcanzando la madurez futbolística.

Llega a la cita en el mejor momento de su vida, preparado para ser homenajeado por su antiguo equipo pero centrado en un duelo en el que va a marcar la temporada del Real Madrid. Salvo Iker Casillas, Mourinho cuenta con su equipo de gala. Diego López pasa de estar incómodo en Sevilla a disfrutar de uno de los partidos de su vida.

Para la cita regresa Xabi Alonso, reservado por sus problemas de pubis para las grandes noches, y Mou tiene descansado a todo su arsenal ofensivo. Di María, Özil e Higuaín no jugaron ante el Barcelona en Liga y Cristiano apenas participó media hora. En defensa está la única duda aunque la brillantez de Varane le hacen tomar ventaja en este momento sobre Pepe.

Mientras, el Manchester United recibe en Old Trafford al Real Madrid dispuesto a demostrar en un encuentro crucial su buen momento de forma, que le ha llevado a liderar la Premier con quince puntos de ventaja respecto al segundo, el Manchester City. Los de Alex Ferguson defenderán en su propio terreno de juego el gol que anotó Danny Welbeck el 13 de febrero en el Santiago Bernabéu, diez minutos antes de que Cristiano Ronaldo igualara el encuentro de cabeza e iniciara una racha de juego brillante que es el principal dolor de cabeza de los diablos rojos en los últimos días.

El ensayo general de la vuelta de octavos de final ante los blancos lo hizo el United el sábado ante el modesto Norwich, que salió de Old Trafford con cuatro goles encajados, tres de ellos obra del centrocampista japonés Shinji Kagawa, que se reivindicó ante su técnico. Ferguson volvió a confiar para su once en el inglés Wayne Rooney y el holandés Robin Van Persie, este último sustituido por Welbeck en la segunda parte, y dejó en el banquillo a Chicharito Hernández.