Peyragudes. Tras cerca de dos semanas de incertidumbre como consecuencia de la fuerte caída sufrida el pasado 8 de julio en el Tour de Francia, prueba que se vio obligado a abandonar de inmediato al sufrir una fractura del tercer metacarpiano de la mano derecha y una lesión en la espina escapular izquierda, Samuel Sánchez no podrá defender en los Juegos Olímpicos de Londres la medalla de oro que tan brillantemente conquistara en Pekín en la prueba de ciclismo en ruta. El corredor de Euskaltel-Euskadi ha hecho todo lo posible para poder recuperarse, pero considera que no está en condiciones de participar en una prueba tan exigente y su lugar en la selección estatal lo ocupara el vizcaino Jonathan Castroviejo, que participará también en la prueba contrarreloj.

El ovetense ha completado estos últimos días dos entrenamientos de calidad y uno de fondo para testar su estado de forma y su nivel de recuperación de las dolencias sufridas y, pese a que conserva un notable golpe de pedal, las zonas lesionadas no responden a la intensidad de los esfuerzos que requiere una competición de alto nivel. Samuel tiene dificultades para absorber los irregularidades de la carretera y no puede frenar con su mano derecha, por lo que su participación en los Juegos sería poner en peligro tanto su integridad física como la de sus compañeros de pelotón. "Es la decisión deportiva más dolorosa en mucho tiempo. Soy el vigente campeón olímpico y me hubiera gustado defender una medalla que me cambió la vida. Fue una victoria muy significativa y durante cuatro años he podido lucir un maillot que me identificaba como oro olímpico. Llegan unos nuevos Juegos y no podré defender el título en la carretera, pero el ciclismo es así", lamenta el corredor de Euskaltel-Euskadi.