MADRID. El magistrado juez Gregorio María Callejo acuerda en un auto continuar la transformación de las diligencias por el procedimiento abreviado -lo que equivale al procesamiento- y da traslado del caso al ministerio fiscal y a la acusación particular para que formulen escrito de acusación, solicitando la apertura de juicio oral, o el sobreseimiento.

El auto, fechado el 6 de junio y conocido hoy, afirma que hay "indicios racionales" de que una organización colombiana y otra mexicana dedicada al narcotráfico realizaban blanqueo de dinero ilícitamente obtenido por la venta de estupefacientes.

Para ello utilizaban como centro una joyería de Madrid, para mover el dinero dentro de la organización, transformarlo en otras formas patrimoniales o transportarlo a México o Colombia.

Según el documento, Caminero estaba integrado en la estructura de la organización y durante 2008 y 2009 "realizaba", junto a otras tres personas, "transportes de dinero desde Madrid a Valladolid, lugar en el que un grupo de personas les ayudaban a cambiar el dinero en una entidad bancaria".

El exjugador del Valladolid y el Atlético de Madrid "fue interceptado el 8 de junio de 2009 cuando portaba 58.500 euros en efectivo que llevaba desde Valladolid a Madrid para entregárselos" a otro de los imputados".

El auto indica también que Caminero "había sido con anterioridad objeto de vigilancias policiales que le habían localizado", el 22 de septiembre de 2008, en la joyería utilizada como centro de las operaciones.

El juez señala que, según el material incautado por la Guardia Civil y especialmente en la memoria USB requisada a un ciudadano mexicano imputado en el caso la organización podría haber blanqueado unos sesenta millones de euros.

La Guardia Civil desmanteló la red en junio de 2009 dentro de una operación iniciada en octubre de 2008 a raíz de las sospechas sobre las actividades de un joyero residente en Majadahonda, ya que a una de sus joyerías, situada en el barrio de Usera, acudían diferentes personas, en su mayoría de origen sudamericano, con importantes cantidades de dinero obtenido de la venta y distribución de sustancias estupefacientes, y allí recibían billetes de 50, 100, 200 y 500 euros.