Valladolid. El acierto desde la línea exterior -15 triples- mantiene vivo al Estudiantes en la liga ACB, que ayer ganó por 68-79 al Blancos de Rueda. El equipo se jugará su permanencia en el último encuentro ante el UCAM Murcia, en un duelo a vida o muerte, ya que es el otro equipo que se juega la continuidad en la máxima categoría del baloncesto. La tensión se instaló en la cancha vallisoletana desde los inicios y el conjunto madrileño impuso una intensa defensa para intentar controlar el partido y jugar con más comodidad, pero el Blancos de Rueda no bajó los brazos en su zona y, gracias a una buena defensa, mantuvo el equilibrio en el marcador (7-7, min.6). El tiro exterior se convirtió en protagonista, y los triples se sucedieron en una y otra área, aunque el Estudiantes, bien dirigido por Granger, estuvo más acertado y eso le permitió llegar al final de los primeros diez minutos con una pequeña ventaja (18-20).
El conjunto del Ramiro de Maeztu apretó los dientes y, con una defensa organizada, frenó el empuje local lo que, añadido a la calidad de jugadores como Clark, quien demostró su efectividad desde la línea de 6,75, trajo consigo una renta de nueve puntos para los madrileños (18-27, min.13), que obligó a Roberto González a pedir un tiempo muerto. De poco sirvió el parón, ya que los vallisoletanos siguieron viendo, impotentes, cómo el Estudiantes aumentaba su ventaja (23-38), de nuevo merced al acierto desde el exterior, mientras que el, a priori, mayor potencial interior de los locales, quedaba anulado también por los madrileños, mucho más centrados.
BARCELONA-REAL MADRID Por otra parte, de la mano de su tripleta de exteriores, especialmente de su capitán Juan Carlos Navarro (23 puntos), el Barcelona consiguió remontar una complicada situación para derrotar al Real Madrid (86-83) y asegurarse la primera plaza de la Liga Regular del Campeonato. Los barcelonistas fueron por debajo en el marcador durante 34 minutos, hasta que en la recta final Navarro (12 puntos en el último cuarto) lideró el encuentro.