CHELSEA Cech; Ivanovic, Terry, Cahill, Cole; Mikel, Meireles; Mata (Kalou, m.74), Lampard, Ramires (Bosingwa, m.88); Drogba.

BARCELONA Valdés; Alves, Puyol, Mascherano, Adriano; Busquets, Xavi (Cuenca, m.87), Iniesta, Cesc (Thiago, m.78); Alexis (Pedro, m.66), Messi.

Goles 1-0, m.45+2: Drogba.

Árbitro Felix Brych (Alemania), mostró tarjeta amarilla a Ramires y Drogba (Chelsea), así como a Pedro y Busquets (Barcelona).

Estadio Stamford Bridge ante 38.039 espectadores.

LONDRES. El Barcelona fue ayer incapaz de superar el muro defensivo que el Chelsea levantó en Stamford Bridge y perdió 1-0 en la ida de la semifinal de la Champions por un solitario gol del marfileño Didier Drogba en el descuento del primer tiempo.

Los azulgrana desaprovecharon las pocas ocasiones de las que dispusieron en Londres, si bien monopolizaron el juego ante unos "blues" parapetados en su campo que no necesitaron más que un hachazo del marfileño para encarar con ventaja la vuelta en el Camp Nou el próximo martes.

El italiano Roberto Di Matteo no especuló con su alineación y situó de inicio en la punta de ataque a un Drogba dispuesto a amedrentar a la defensa azulgrana con su poderío físico, mientras que Fernando Torres vio el duelo desde el banquillo.

Pep Guardiola confió por su parte en el chileno Alexis Sánchez para acompañar en la delantera al argentino Leo Messi, mientras que Gerard Piqué quedó fuera de una defensa formada por Alves, Puyol, Mascherano y Adriano.

Desde los primeros compases rigió el guión previsto de antemano en los choques entre los ingleses y los catalanes, dos cuadros que se conocen a la perfección: Xavi gobernaba con paciencia el centro del campo y el Bara triangulaba ante un unos "blues" sin prisas por recuperar el balón.

Los de Di Matteo no tardaron más de dos minutos en desenvainar su arma más letal, Drogba, que cortó por primera vez la respiración de los 2.000 aficionados barcelonistas en Stamford Bridge al recibir un balón en el área de Victor Valdés que no pudo rematar por un mal control.

Era el primer aviso de los blues, que los azulgrana respondieron a los ocho minutos, cuando Alexis ensayó la primera llegada al área de Petr Cech con una vaselina que se estrelló en el larguero.

El Chelsea perseveraba en su plan inicial y se dedicaba a lanzar balones verticales hacia el área, mientras que el español Juan Mata, cuya misión en los "blues" es repartir el juego desde la medular y organizar el ataque inglés, estaba esta noche desaparecido.

Con una posesión del balón del 70 por ciento para el Bara, Iniesta y Xavi se encargaban de desplazar el juego de un lado a otro del campo.

Messi trataba de desatascar la medular y bajaba su propio campo a recoger balones, pero la nube de jugadores del Chelsea plantados en la zona de tres cuartos acababa una y otra vez con cualquier aspiración atacante de los azulgrana.

Cech, que detuvo un cabezazo del argentino en el 26, y el defensa Ashley Cole, que sacó de la línea de gol un remate de Cesc en el 42, frustraron el resto de opciones del Barcelona en el primer tiempo.

En el descuento de la primera parte, cuando el túnel de vestuarios ya estaba desplegado para proteger a los jugadores de la lluvia que caía sobre Londres, Messi perdió un balón en el centro del campo que Mata aprovechó para iniciar una jugada que terminaría en la red de Valdés.

El exvalencianista trazó un pase para que Ramires entrara en carrera por la izquierda en el área del guardameta catalán y cediera un balón recto a Drogba, que se había zafado de Adriano y solo tuvo que empujar el esférico para que entrara pegado al segundo palo y sumara el primer tanto inglés.

El cuadro inglés no falló en la primera ocasión en la que se plantaban ante Valdés con el balón controlado.

La ventaja en el marcador sirvió para que los blues se parapetaran todavía más en su campo, siempre por detrás de la pelota, mientras el Bara se desesperaba tratando de buscar la espalda de los ingleses.

Pedro entró a veinticinco minutos del final para tratar de dar profundidad a unos azulgrana que monopolizaban el juego pero eran incapaces de alarmar a las gradas de Stamford Bridge.

Los aficionados catalanes confiaban en que se repitiera la buena fortuna de 2009, cuando Andrés Iniesta dio la vuelta al encuentro en Stamford Bridge en el último suspiro, pero los de Guardiola no fueron capaces en esta ocasión de empatar el encuentro, a pesar del balón al palo que envió Busquets en el 93, y deberán esperar una semana para tratar de llegar a la final de Munich.