Liga acb El protagonista
Txus Vidorreta
Entrenador del Lucentum Alicante, colíder de la Liga acb
"No somos un milagro, somos una realidad"
El técnico bilbaíno salvó el pasado curso al Lucentum Alicante de un descenso casi cantado y esta temporada lo ha colocado colíder de la Liga ACB tras la disputa de las 14 primeras jornadas y tiene ya en el bolsillo el billete para jugar la Copa. "No debemos ponernos límites", asegura.
Jon Larrauri
vitoria. Su Lucentum Alicante es colíder de la Liga ACB tras la disputa de 14 jornadas. Me imagino que ni los más optimistas del lugar ni usted mismo se lo esperaban.
Nosotros siempre intentamos afrontar la competición con la misma idea, la de ser un adversario difícil de batir en cada partido y la de intentar aprovechar nuestras oportunidades. Este año parece que los jugadores, a pesar de ser muchos de ellos nuevos tanto en nuestro equipo como en la Liga, lo han entendido a la perfección y gracias a ello hemos sido capaces de competir y de ganar muchísimos partidos para llegar a esta situación. Para nosotros era impensable estar líderes a estas alturas junto a los cuatro equipos que juegan Euroliga por tener plaza garantizada, mantener una ventaja de cuatro triunfos sobre el sexto clasificado... La verdad es que todo esto era impensable.
Además, ya tienen la clasificación para la Copa en el bolsillo. ¿Cómo se está viviendo todo esto en la ciudad?
Con mucha alegría. Date cuenta de que, además, toda nuestra afición lo pasó muy mal en verano porque el equipo tuvo un riesgo cierto de desaparición. Que no solo no hayamos desaparecido sino que de la mano de esta plantilla y el nuevo consejo de administración nos encontremos en la jornada 14 coliderando la clasificación y con el billete copero en el bolsillo es algo impresionante que todo el mundo está viviendo con máxima alegría, que es algo que a mí me gusta, que mis jugadores disfruten al máximo de cada victoria y que sean capaces además de transmitir esa alegría a toda nuestra afición.
Se habla mucho del milagro del Lucentum, pero esa palabra no sirve para explicar once triunfos en catorce partidos. ¿Cuáles son las claves del éxito?
Ha habido varios momentos importantes a lo largo del curso. El primero, que después de una racha de tres derrotas consecutivas en pretemporada afrontamos con muy buena mentalidad la llegada de los últimos refuerzos que hacían falta para el equipo y fuimos muy competitivos en los últimos tres partidos de preparación que ganamos, empezando por la final de la Liga Valenciana. Eso nos dio confianza. Luego, sacamos muy buenas conclusiones de una derrota estrepitosa en Sevilla, no tanto por los 25 puntos sino porque llegamos a ir perdiendo 50-20 al descanso. A partir de ahí hemos sido tremendamente duros tanto mental como deportivamente durante el resto de la competición. Nos hemos enganchado a los partidos desde la defensa haciendo por momentos muy buen baloncesto. Llevamos prácticamente ya tres meses y medio de racha, por lo que esto más que un milagro es una realidad. Desde el 20 de septiembre el equipo ha ganado once partidos de Liga ACB y catorce choques en total, ya que para nosotros la Liga Valenciana también es muy importante.
Hay un dato abrumador. De las once victorias que llevan en Liga, ocho son por cuatro o menos puntos y otra en la prórroga. Eso quiere decir algo.
El equipo tiene muy buena mentalidad y hemos sabido llegar a los finales de partido con ventajas que hemos mantenido desde la defensa. No somos el equipo con más talento de la competición, eso es evidente. No tenemos grandes jugadores de uno contra uno, no somos los mejores jugando dos contra dos en bloqueos directos, no tenemos un poderío interior que nos permita surtir de balones a los jugadores de dentro, pero en cambio sí que tenemos una gran mentalidad colectiva, una grandísima defensa, buenos tiradores e intentamos sacar provecho de todo eso, especialmente desde que se nos ha marchado Kyle Singler, que sí que era el jugador que nos daba una referencia con mayor talento. Desde ese momento el equipo ha cerrado filas todavía más, ha mejorado en defensa, ha mejorado en rebote, algo que era uno de nuestros hándicaps, y todo esto hace que desde que Kyle se ha marchado en lugar de empeorar hayamos logrado cuatro victorias consecutivas.
Desde la marcha al Real Madrid del jugador revelación de la campaña no han vuelto a perder.
Así es, hemos pasado de un 7-3 a un 11-3. Sí que lo hemos notado en lo referente a estilo de juego, pues tenemos menos frescura ofensiva, pero en cambio nos ha hecho ser más competitivos partiendo desde nuestras principales virtudes, que son la solidaridad a nivel defensivo, el rebote ofensivo, nuestros tiradores y la capacidad de dirección que tienen Pedro Llompart y Rafa Luz, con la lástima de que este último lleva lesionado dos semanas.
Para dar más mérito a lo logrado, la travesía no ha estado libre de obstáculos. Han padecido problemas físicos, han cambiado la pareja de americanos...
Jeremy Hazell nos ayudó a ganar la Liga Valenciana y a obtener cinco victorias en seis partidos, pero tenía un contrato temporal y pensamos que no era un jugador para todo el año, sobre todo cuando surgió la posibilidad de fichar a Tyrone Ellis, que es un jugador experto, que conoce la Liga, un gran defensor y que es tan buen tirador como Hazell, tal y como está demostrando. Por eso hicimos el cambio. A mucha gente le extrañó, pero el tiempo nos está dando la razón. Se ha marchado Kyle Singler y el equipo tampoco se ha resentido, se ha lesionado Rafa Luz y lo mismo... Es cierto también que, si enlazamos problemas de forma consecutiva, a la larga no vamos a poder mantener este ritmo, pues creo que el gran secreto del equipo es que llevamos un año trabajando cada día a un nivel altísimo y eso nos ha dado mucha confianza en nuestras posibilidades. Si no tienes calidad en el trabajo semanal, al final no puedes competir. Ahora estamos pasando una racha con mayores dificultades durante la semana que evidentemente en enero nos puede pasar factura, pero espero poder recuperar a todos los jugadores para febrero y poder volver a estar al máximo nivel.
La rampa de despegue de este éxito llega en el notable final del curso pasado, pero el verano, con el riesgo de desaparición, debió ser muy duro.
Sí, pero yo creo que lo vivido nos ha dado muchísima energía, a mí por lo menos me la ha dado. Todo el mundo me pregunta cómo puedo hablar tan bien del equipo, de la ciudad... Primero; me han acogido de una forma excelente y tengo siempre la sensación de que la gente está muy contenta conmigo. Segundo; Alicante ha sido el primer club que me ha dado la oportunidad de entrenar directamente en la Liga ACB. Tercero; peor es estar en casa sin trabajar, no hay nada más duro para alguien al que le apasiona este juego como a mí. Todo lo que Alicante me ha dado yo se lo estoy intentando devolver y gracias a mis jugadores lo estoy consiguiendo.
Con los problemas económicos del club, ¿qué mérito se da a sí mismo en la confección de esta plantilla?
Yo creo que, sobre todo, hemos tenido una serie de ideas muy claras que han calado muy hondo en el nuevo consejo de administración: equilibrar nuestra plantilla a nivel salarial estableciendo unos topes y que jugadores con contrato en vigor y el propio entrenador hayamos sido capaces de aceptarlo, lo que nos ha permitido ser todavía más solidarios, algo fundamental en un equipo que parte con el objetivo de mantener la categoría. Además, tenía muy claro que quería jugadores que se adaptaran al nivel físico que exige la ACB y, a ser posible, a la complejidad táctica que tiene esta Liga y que tienen mis equipos, algo que hemos logrado en un porcentaje elevadísimo. Luego, empezar bien hace que la confianza de los jugadores crezca notablemente. Como este año hemos empezado bien hemos ganado todos los finales apretados que el curso pasado se nos escapaban porque estábamos con la losa que siempre supone la ansiedad de luchar por eludir el descenso. Yo cogí el equipo último, con una victoria en ocho partidos, y, aunque conmigo solo ganamos ocho partidos de 26, once de ellos los perdimos por cinco o menos puntos.
Lo opuesto a la realidad actual.
Así es. De todas formas, al club, a la afición, al equipo y al cuerpo técnico aquello nos dio mucho poso para afrontar este curso de otra manera y el haber ganado esos finales apretados a comienzos de temporada nos ha dado confianza y tranquilidad.
Con el billete copero sellado y la salvación prácticamente lograda, ¿le da miedo que el equipo caiga en la relajación? ¿Qué objetivos se plantea?
No tengo ese miedo porque veo que el equipo tiene mucha ambición y, además, nosotros siempre estamos poniéndonos objetivos a corto plazo. Para el término de la primera vuelta nos hemos propuesto luchar para ser cabezas de serie en la Copa. Parece una quimera teniendo en cuenta que visitamos al Barça, recibimos al Madrid y jugamos a domicilio ante Estudiantes, pero tenemos que ser ambiciosos y vamos a intentar conseguirlo. A partir de ahí, veremos cómo acaba la primera vuelta e intentaremos llegar a la Copa en las mejores condiciones posibles para intentar avanzar una ronda. Son mensajes que además yo ya he dado, no me suenan a nuevos. Hace semanas yo ya dije que dentro del equipo teníamos que vivir día a día, pero que nuestra afición tenía que vivir con máxima ilusión la realidad que se le presentaba al club, que yo no iba a hablar de la Copa cuando íbamos 7-3 porque no tenía sentido, pero que me parecía genial que nuestro público lo hiciera. Era una posibilidad que les habíamos brindado con nuestro trabajo diario. Ahora estamos en una realidad en la que no tenemos que ponernos límites, sino que debemos ser competitivos en cada jornada y aprovechar la oportunidad para completar una temporada magnífica.
¿Encuentra paralelismos entre la actual situación del Lucentum y la que vivió con el Bilbao Basket en la temporada 2007-08, cuando fue líder de la ACB un 30 de diciembre?
La verdad es que sí. Además, en la jornada 14 también llevábamos este balance de 11-3. Este año está siendo muy similar. Estamos completando una primera vuelta de un nivel altísimo, ganando muchos finales apretados, quizás en Alicante con un poquito de peor plantilla pero con la misma ilusión y la misma energía y una gran motivación para afrontar cada partido. Creo que sí existe un gran paralelismo, ya que además no hay ningún precedente de equipo modesto que se meta en la Copa con un balance así. Hay clubes que entran por sorpresa, como el Valladolid el año pasado, pero solo aquel Bilbao Basket y este Alicante sumaban once victorias a estas alturas.
Teniendo en cuanta las circunstancias, ¿cree que este coliderato es lo más meritorio que ha logrado en su trayectoria como entrenador?
Creo que no. Por suerte tengo una carrera en la que los resultados me avalan. Ha habido muchos éxitos, aunque creo que en ACB sí que está siendo de lo más meritorio o lo más. Lo que conseguí en Bilbao fue mucho, pero ya fue después de tres temporadas de adaptación al medio y en Alicante está siendo con la primera plantilla que yo construyo y en el segundo curso en el que les dirijo. En ese sentido sí que es mi mejor temporada en ACB hasta el momento, pero también tengo el listón alto y ha habido muchas muy buenas temporadas a lo largo de mi carrera.
Tras sacar al equipo del descenso, Miguel Cano dijo en estas páginas que usted era el principal activo del club. ¿Qué me diría el nuevo mandatario, Luis Castillo, ahora?
Eso se lo tienes que preguntar a él (risas). Lo que sí que te puedo decir es que con Luis tengo una relación magnífica, es un presidente que ha dinamizado el club. Tiene ante sí un reto aún más complicado que el mío, que es lograr que el equipo se estabilice a nivel deportivo, pues arrastra graves problemas económicos.
Txus Vidorreta reparte instrucciones a sus jugadores desde el banquillo del Lucentum. Foto: ACB PHOTO
Liga acb El protagonista
Vidorreta diseña una jugada junto a su ayudante. Foto: ACB PHOTO
"No somos el equipo con más talento de la Liga, pero en cambio tenemos una gran mentalidad colectiva"
"El hecho de que el club estuviera a punto de desaparecer en verano nos ha dado muchísima energía"
"Hay gran paralelismo entre este Alicante y el Bilbao Basket con el que fui líder en diciembre de 2007"
"Lo que estoy logrando con el Lucentum es de lo más meritorio que he conquistado en mi carrera como técnico"