Vitoria. El pabellón de Mendizorroza volverá a convertirse el próximo sábado en un templo del kick boxing, el MMA y el K1. El vitoriano Sergio Sánchez, gran estrella de este deporte de contacto en el territorio alavés, se convertirá en el principal protagonista de una velada en la que tratará de tumbar al actual campeón de Europa, el británico Rick Barnhill, una estrella en la práctica del boxeo tailandés que ha sido capaz de exhibir su clase incluso en el país asiático.
Sánchez tiene ganas de demostrar su nivel ante uno de los competidores más duros del continente. Tiene hambre. Busca una oportunidad para hacerse con el título europeo, y eso pasa por exhibir un potencial suficiente en una cita que le permitirá demostrar su talla en su propia casa, en un pabellón de Mendizorroza en el que la organización confía en reunir a más de un millar de aficionados. El luchador del K2 ha firmado un año extraordinario y cerrarlo con un triunfo ante Barnhill supondría un broche de oro.
Sin duda, la pelea entre Dinamita Sánchez y el luchador británico supondrá el atractivo principal de una velada que incluirá hasta trece combates y que comenzará bien temprano. A partir de las 17.30 horas se celebrarán varios combates amateur, en los que habrá implicados varios alaveses, algunos del K2 y otros procedentes de Oion. Una buena manera de tomar el pulso al nivel que tiene actualmente este deporte en el territorio.
Lo gordo comenzará a las 18.00 horas. Al margen del combate entre Sánchez y Barnhill, un luchador que logró el pasado año colarse en la final del prestigioso torneo Enfusion, celebrado en Tailandia, hay otra cita subrayada en rojo para los amantes de este deporte: María Latorre, otra luchadora local, tratará de hacerse con el título de campeona de España en una pelea que la medirá a la correosa Lourdes Núñez.
También resultará interesante acudir a esta velada, con las entradas entre 15 y 20 euros, por el hecho de ver de nuevo pelear a Zauri, el Bombardero Georgiano, una auténtica bestia afincada en Vitoria que tritura a sus rivales. El espectáculo, como decía aquél, está garantizado.