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vitoria. "Soy optimista, siempre hay que serlo, si no creo yo que me voy a recuperar...", señala Mikel Urrutikoetxea, quien está en plena rehabilitación de una rotura de fibras de cinco centímetros en los isquiotibiales de la pierna izquierda y está forzando la máquina para entrar en el Cuatro y Medio. El delantero zaratamoztarra -aquejado de dicha dolencia desde que jugó el pasado 8 de septiembre en Zestoa, festival en el que se pensó que era un simple calambre, dolor que se agudizó en la despedida de Oier Zearra en Galdakao apenas cuatro días más tarde- desde que supo el alcance de la lesión se mostró cauteloso con la posibilidad de alcanzar el acotado en apenas dos semanas de recuperación. Si bien, desde la promotora Asegarce, aguardaban que la evolución del joven delantero, campeón de Segunda hace dos cursos y cuartofinalista en Primera el pasado, fuera positiva, añadiendo que "se espera que pueda jugar el Cuatro y Medio".

"Estoy mejor que la pasada semana, ahora ando sin dolor. Ya he empezado a hacer ejercicios de bicicleta y esta misma semana me harán una ecografía en los isquiotibiales para comprobar cómo estoy respondiendo a la rehabilitación", desgrana el espigado delantero de Zaratamo, sobre el que están puestas gran parte de las esperanzas de futuro de la afición vizcaina, y apostilla que "yo creo que sí llegaré curado al Cuatro y Medio, si no sería una pena para mí, porque jugar en Primera es un gran premio. El curso pasado llegué hasta los cuartos y me gustaría estar este año, porque es una distancia en la que me encuentro cómodo". Urrutikoetxea analiza que, en el caso de incorporarse a la jaula, lo hará "sin ninguna presión. Físicamente he estado ejercitando el tren superior en el gimnasio y en la piscina y todos los días voy a rehabilitación y recibo masajes para recuperarme. Cada vez estoy mejor. Si se me cierra del todo, la semana que viene haré doble sesión en la rehabilitación, para estar a tope".

"Día a día estoy encontrando mejores sensaciones. Diariamente voy a calentar las manos y, aunque entre sin haber entrenado en la distancia, lo importante es llegar y, sobre todo, hacerlo con la rotura de fibras ya recuperada", comenta Mikel, quien ha sufrido un verano muy complicado en el que las manos le han pasado una mala jugada. "Primero tuve que parar por las manos y ahora esto. Desilusiona, pero hay que tirar hacia adelante", remacha Urrutikoetxea.