GASTEIZ. El vitoriano ha explicado el desarrollo con éxito de la primera fase de su expedición a la octava montaña más alta del planeta en su intento de repetir las ascensión a las catorce cimas de más de ocho mil metros.

Oiarzabal ha aguantado durante la travesía hasta el campo base jornadas de un intenso calor, pero tras llegar a su destino ha visto como ha aparecido un acompañante inesperado como la intensa lluvia que está dificultando y retrasando las tareas de montaje e instalación del material de la expedición.

Ahora llega la época premonzónica y esta situación de lluvias y tiempo inestable se asemejan a las condiciones padecidas por Oiarzabal en esta misma montaña el pasado año cuando también intentó la cima del Manaslu y el mal tiempo le obligó a desistir.

Oiarzabal espera ahora a que puedan mejorar las condiciones y desaparecer las precipitaciones para proseguir con las tareas de montaje del Campo I, que tienen previsto iniciar el sábado si se dan las condiciones idóneas.

Oiarzabal partió el pasado 3 de septiembre con destino al Manaslua para conquistar en la primera quincena de octubre los 8.156 metros de la montaña y lo que supondría su vigésimo quinta ascensión a un monte de más de ocho mil metros.

El vasco espera romper el gafe que le persigue con esta montaña porque en las dos últimas expediciones que ha intentado ha visto como el mal tiempo no le ha dejado llegar a la cumbre.