vitoria. Con apenas veinticuatro horas de diferencia, el Madrid y el Barcelona patentaron la sideral diferencia que les separa de sus competidores en la Liga española. El domingo, la comparsa del equipo de Mourinho fue el Zaragoza, un equipo esclavo de la mala gestión llevada a cabo por sus dirigentes. Los mismos que ahora reclaman más dinero. Lo del lunes fue más duro por el rival que se presentaba en el Camp Nou. La diferencia que mostró el Barça ante un equipo de la zona Champions reabre el debate sobre la calidad de la competición española.

"Si quieren que haya dos partidos sólo, pues que haya dos partidos, pero esto no es bueno para el fútbol. Me doy un plazo de tres o cuatro años. O esto cambia o matamos al fútbol español", declaró tras el partido el presidente levantino, Fernando Roig. También el presidente del Sevilla, José María del Nido alzó la voz de los disidentes. "Nuestra Liga no es la mayor porquería de Europa, sino del mundo. Es una Liga tercermundista en la que dos clubes sustraen el dinero de la televisión de los demás que competimos", declaró en RNE.

Corren malos tiempos para la sostenibilidad del fútbol español. En dos semanas, la huelga de jugadores, el nuevo sistema de horarios, el dictatorial veto a las radios y las goleadas de los dos transatlánticos, con el trasfondo del reparto del pastel televisivo, dejan a la Liga de Fútbol Profesional ante un escenario que invita a la catarsis, a la refundación. "Ésta es la Liga que quieren. Yo vendo jugadores para cuadrar presupuestos y otros piden créditos y se los conceden. La diferencia económica lleva a esto", añadió Roig, quien este verano se ha visto obligado a desprenderse de Cazorla.

El del dinero de las televisiones es un tema con recorrido en los últimos meses. La abismal diferencia entre lo que perciben Real Madrid y Barcelona y los demás es uno de los puntos por los que se está ensanchando una diferencia que parece irreductible a medio plazo. El año pasado, estos dos clubes percibieron 140 millones de euros. Los últimos, doce millones. Una diferencia que no se corresponde con dos equipos que compiten en el mismo campeonato. En Inglaterra, la brecha entre el primero, el Manchester, y el último es de en torno a veinte millones. "Pero, por Dios, ¿hay algún aficionado que no diga que la liga está prostituida, adulterada, corrompida?, expresaba vehemente Del Nido.

La solución, que en ningún caso se advierte fácil, puede pasar por la venta conjunta de los derechos televisivos, algo que permita recaudar más. El siguiente paso sería repartirlo más equitativamente. No obstante, la posición de Barcelona y Real Madrid es de silencio. Ambos clubes tienen firmados ya sus contratos televisivos para los próximos años, y los ingresos garantizados derivados de esta explotación son clave para unos clubes de un endeudamiento exagerado. Como ejemplo el Barça, que el año pasado perdió diez millones de euros pese a su brillante presente deportivo.

"Estamos desprestigiando la Liga. La realidad es que para seguir engordando la diferencia entre los grandes y el resto han decidido una mala medida: cobrar a las radios", expresó Del Nido, el presidente del único equipo de Primera que permitió entrar a las emisoras al campo.