valdepeñas de jaén. Cuando cae la noche en Sierra Nevada, en la zona de Pradollano donde se concentra medio pelotón durante el año confiando en los beneficios de la altitud, la Vuelta se dispone a acostarse con la descorazonadora sensación de que ha perdido a una de sus estrellas más brillantes, Antón, el ciclista ilusionado que ilusiona, el simpático y natural escalador vizcaíno que ha sufrido en la primera cuesta seria de la carrera y se ha dejado, malo, malo, casi minuto y medio en la carrera por la Vuelta. Hay quien da por sentenciado a Igor. Alegan, y es una creencia que ha hecho norma el tiempo, que en una carrera de tres semanas nadie va a más, sino que, como mucho, se mantiene. En Euskaltel-Euskadi piensan de otra manera.
Esa misma noche Gorka Gerrikagoitia, el director muxikarra del equipo vasco, se acerca a Mikel Nieve y le habla con dulzura, con el mimo que se merece el chaval, y le dice que, pese a lo ocurrido, nada, o casi, ha cambiado, que Igor sigue siendo el líder en la Vuelta y él su fiel escudero de lujo. El navarro, noble y honrado, asiente sin dudar. Horas antes, en la subida a Sierra Nevada, Nieve había marchado al ritmo de los mejores de la carrera con comodidad. "Ibas fácil, ¿eh?", le dijo en meta Gerrikagoitia, que le mantuvo en el grupo porque Antón estaba bien auxiliado por Txurruka y Verdugo. "Bueno, fácil, fácil…", respondió el navarro, que, como Antón, nunca se muestra más optimista de lo que le permite su humildad, una cualidad de dimensiones bíblicas en el leitzarra. Nieve, cuentan en Euskaltel, está en una forma fantástica, pero la decisión de no alterar el plan con el que se comenzó la Vuelta, Antón como líder único, es significativa de la confianza de los responsables del equipo naranja en la recuperación de este. Creen ciegamente que el vizcaíno acabará entrando en forma. De hecho, a ninguno, ni a Gerri, ni a Galdeano, ni a algunos corredores cercanos a Igor, ni siquiera a él mismo, les sorprendió que este sufriera en Sierra Nevada, aunque reconocen que no contaban con que ese sufrimiento se tradujese en minuto y medio de pérdida. Paradójicamente, después de lo visto, incluso exhalaban ayer un suspiro de liberación, conscientes de que quedado a 9 kilómetros de meta, el tiempo cedido no es una barbaridad. Desde esa otra perspectiva, Igor, celebran, salvó el día. Creen muchos que el peor para él en esta Vuelta. Por el calor, las características del puerto que no benefician a Antón, y, sobre todo, porque desde Euskaltel reconocen que su líder no llegó en plenitud a la Vuelta. Que tampoco fue el ciclista fresco y alegre del año pasado en el Giro, aunque enseñase el tubular a Contador en el Zoncolan, pero que el camino de preparación hacia la ronda estatal ha estado lleno de obstáculos. El más grande, una fortísima gastroenteritis que sufrió hace aproximadamente mes y medio que le tuvo varado y que, además de retrasar su preparación, le dejó en los huesos, débil y enclenque. Llegó a pesar tres kilos menos que durante el Giro. De eso cuesta recuperarse.
un objetivo más acorde La carrera hacia la Vuelta, apresurada, no fue suficiente. Cuando la carrera estaba en capilla y todo el mundo hablaba de la condición de favorito indiscutible de Antón, González de Galdeano y Gerrikagoitia, trataban de posar a Igor en la realidad. Le decían que un quinto puesto y una etapa, "fíjate si ganas en el Angliru", era un objetivo más acorde a la situación. Es en lo que siguen pensando.
"Nada ha cambiado", asegura Galdeano, que continúa viendo a Igor en un puesto noble de la general e insiste en que no sacrificarán ese objetivo en una lucha desesperada por las etapas.
Gerrikagoitia, más que en la dimensión física, confía en que Igor mejore porque la pérdida en Sierra Nevada, dice, se debe a que aún no ha llegado a encontrar la forma, no a una enfermedad, le preocupaba ayer por la mañana el aspecto mental. La moral de Igor, un ciclista que le da muchas vueltas a las cosas, y la de los chicos, que pueden verse afectados al ver flaquear a su líder. "Trabajo para que nadie se desanime".
Igor dice que no lo está, que siente quedarse tan pronto fuera de la lucha por la Vuelta y el podio, pero que le queda carrera y objetivos por alcanzar. "Aún puedo estar arriba". Sus compañeros no lo dudan. "Es seguro que Igor no está en la forma del año pasado y lo que ha ocurrido era algo que todos veíamos posible, pero él es un talento, uno de esos ciclistas que no son como los demás y pueden hacer cosas fantásticas", cuentan desde Euskaltel. Como darle la vuelta a la situación y volver a meterse en carrera. "Creo que puedo mejorar. Con el tiempo aprendes que cuando no vas bien hay que luchar por remontar. Ahora me toca eso. Es mi motivación", dice Antón, líder aún de Euskaltel en la Vuelta.