Miranda de Ebro. El fútbol es un deporte cruel que, como pudo comprobar ayer el Mirandés, te golpea de las formas más dolorosas posibles. El equipo dirigido por Carlos Pouso tenía todo en su mano para ascender a Segunda División. Su triunfo por 0-1 en la ida ante el Guadalajara había allanado notablemente su camino a la categoría de plata tras dejar escapar el liderato en la última jornada de la fase regular. Sólo noventa minutos separaba al cuadro castellano-leonés de la gloria ante un estadio de Anduva en el que no cabía ni un alma. El gol in extremis de Pablo Infante en el duelo disputado en Guadalajara -un jugador que había fijado la fecha de su boda para el pasado sábado porque no confiaba en que su equipo alcanzara la última ronda- se unió ayer en el minuto 15 al de Candelas para gozo de los aficionados del Mirandés.

La eliminatoria quedaba a expensas de un milagro para el Guadalajara cuando ambos equipos enfilaban el camino al túnel de vestuario. Al equipo de Miranda de Ebro le bastaba con mantener el marcador tal cual hasta el pitido final, y así transcurría todo hasta que la desdicha golpeó con fuerza a los hombres de Pouso. En un saque de esquina, Juanjo Serrano se aprovechaba de la indecisión de la defensa local para empujar a la red sin oposición un balón que empataba el electrónico en el minuto 73. Quedaba mucha tela por cortar, y el Mirandés contaba los segundos para el final del partido. Pero toda la suerte que en eliminatorias anteriores le había sido favorable se volvió ayer en contra del equipo de Anduva. En el minuto 86 el guardameta Wilfred cometió un dudoso penalti que le costó una tarjeta amarilla y que permitió a los castellanomanchegos colocar un 1-2 a su favor después de que Ernesto fusilara la portería con un disparo certero desde los once metros.

El Mirandés no pudo sobreponerse al golpe, no logró crear ocasiones de gol en los minutos finales y sus jugadores acabaron llorando tras el pitido final tendidos sobre el terreno de juego. El Guadalajara asciende así a Segunda División acompañado de Sabadell, Murcia y el Alcoyano, que ayer ganó en Galicia al Lugo, verdugo del Alavés, con un solitario tanto de Remón al borde del descanso.

Rivales del Alavés Junto con los dos ascensos a Segunda que restaban por confirmar, la jornada deparó ayer también los nombres de tres equipos que lograron el billete para la Segunda B y podrían compartir grupo con el Alavés en caso de que se mantenga la misma distribución de esta campaña. El Sestao River, que reunió a 2.000 personas junto a una pantalla gigante para ver el partido, la Arandina y la Gimnástica Segoviana se postulan como posibles rivales albiazules el próximo curso.