MADRID. La resolución exculpatoria, comunicada a la Federación Internacional (IAAF) y al Consejo Superior de Deportes, además de al propio atleta, explica que en el caso no concurren pruebas suficientes que acrediten una conducta infractora.
El caso de Bezabeh, que se encuentra en Etiopía desde que fue suspendido cautelarmente, ha tenido un desenlace similar al del ciclista Alberto Contador. El instructor solicitó en ambos casos un año de suspensión y el Comité de Competición los ha declarado absueltos.
La normativa española no sanciona la mera intencionalidad, en materia de dopaje, pero sí el reglamento de la IAAF, que podría recurrir el caso ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) como ya lo hizo cuando la vallista Josephine Onyia fue absuelta por la Federación Española.
El atleta de origen etíope, según dijo a EFE el 18 de diciembre pasado, confiaba en que su caso sería sobreseído por considerarse engañado por su entrenador, Manuel Pascua, uno de los imputados en la Operación Galgo.
Bezabeh fue detenido por la Guardia Civil el 9 de diciembre pasado cuando viajaba a El Escorial acompañado por Pascua, presumiblemente a una cita con Alberto León (ex ciclista que se suicidó un mes después) para "pincharse una bolsa de su propia sangre", según reconoció el atleta cuando, ese mismo día, se presentó en la Federación Española para declarar voluntariamente.
Como primera medida, la Federación le apartó del equipo español que participó, el 13 de diciembre, en los Europeos de cross de Albufeira (Portugal), por lo que no pudo defender su título de campeón.
"Tiene grandes posibilidades de que su caso sea sobreseído porque hay indicios muy razonables de que fue engañado. Denunció los hechos e identificó a los culpables. Se le extrajo una bolsita de sangre diciéndole que era por un problema de ictericia y se le dijo que esa mañana iban al médico, pero la Guardia Civil intervino a tiempo de que la infracción no se produjera", explicaron entonces a EFE fuentes cercanas al atleta.
Bezabeh, cuya esposa dio a luz en febrero pasado en Madrid, regresó a Etiopía en tanto se resolvía el caso. "Afortunadamente, dispone de medios económicos para poder vivir tres o cuatro años", según su representnte, Miguel Ángel Mostaza.
Bezabeh disfrutaba de una beca ADO de categoría E, que le proporcionaba unos ingresos de 12.000 euros anuales, pero no ha sido propuesto como becario para 2011.