Zúrich. El manto de optimismo con el que la delegación ibérica acudía al acto en el que iban a decidirse los organizadores de los Mundiales de 2018 y 2022 se desvaneció en el mismo momento en el que el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, pudo expresar en público sus deseos y concederles rango de oficialidad. El máximo responsable del fútbol mundial, pionero, conquistador, proclamó con orgullo que un país de Europa del Este, Rusia, acogerá la cita de 2018 y un emirato de Oriente Medio, Qatar, le tomará el testigo cuatro años más tarde.
A pesar de que para la mayoría se trataba de una sorpresa, porque todos los pronósticos apuntaban a la Candidatura Ibérica o a la de Inglaterra, en realidad era sólo la constatación de que la FIFA, como institución, tiene unos objetivos diáfanos, que pasan por recolectar los máximos beneficios y expandir este deporte hasta el rincón más recóndito del planeta, que a la larga viene a ser lo mismo que incrementar el número de fanáticos al fútbol para recolectar los máximos beneficios. Una vez superada la pesadilla de Sudáfrica, donde el máximo organismo del fútbol mundial experimentó las angustias de celebrar un evento de este calibre en un país en vías de desarrollo, y con el temor de que Brasil vuelva a generar problemas, los 22 delegados con derecho a voto optaron por dos opciones que aportan seguridad financiera: la pujante Rusia y Qatar, un estado próspero y lujoso tapizado de petrodólares.
La candidatura rusa se impuo por mayoría absoluta en la segunda votación, después de que en la primera ronda quedara eliminada, contra pronóstico, la candidatura inglesa. Para obtener mayoría absoluta se requerían más de la mitad de los votos totales de los 22 electores, es decir, un mínimo de 12, momento a partir del cual se designaría automáticamente organizadora a la candidatura campeona.
En la primera ronda la propuesta inglesa recibió dos respaldos, Holanda y Bélgica cuatro, España y Portugal siete, mientras que Rusia, que ya comenzaba a apuntar como la favorita, nueve. En la segunda tanda de votaciones se aclaró aún más el panorama. Rusia, con 13, superó el umbral de la mayoría absoluta y se ganó la organización del Mundial. La opción de Bélgica y Holanda se quedó con dos votos y la Candidatura Ibérica tuvo que conformarse con siete. Los rostros de decepción de los delegados españoles y portugueses, con sus respectivos presidentes a la cabeza, contrastaron con la explosión de júbilo que mostraron los rusos.
Sin duda, la prosperidad económica de este país oriental, más aún en esta época de crisis, ha resultado un factor determinante en la elección de la FIFA, a pesar de que de los 16 estadios propuestos para acoger los partidos del torneo, trece deben construirse todavía y los otros tres requieren de una profunda remodelación.
fútbol en oriente medio En la otra elección que se debía llevar a cabo ayer en Zúrich, el proceso y el resultado resultaron similares. Qatar albergará el Mundial de Fútbol de 2022, después lograr que Oriente Próximo consiga albergar una gran cita internacional por primera vez en su historia. El proyecto qatarí consiguió convencer a los miembros del Comité Ejecutivo de la FIFA, y su poderoso potencial económico, al igual que sucedió con Rusia, se impuso ante la mayor experiencia de los Estados Unidos, organizadores en 1994, y Japón y Corea del Sur, ambas coorganizadoras en 2002, con Australia más rezagada en las apuestas.
Qatar se desquita de este modo de la decepción que supuso quedar apartada de la carrera olímpica por los Juegos de 2016 con Doha, pese a que su nota era más que suficiente para pasar el corte, e incluso igual que la de Chicago y mejor que la de Río de Janeiro, posteriormente ganadora. Pero en ese momento, las fechas propuestas, en octubre, por el calor reinante en la zona, fueron un obstáculo demasiado grande.
Joseph Blatter se congratuló de la decisión de los miembros del Comité Ejecutivo del organismo rector del fútbol de elegir a dos países que permitirán abrir este deporte a nuevos territorios. "Vamos a nuevas tierras. Oriente Medio y Europa del Este estaban esperando esto. Soy un presidente feliz, muchas gracias a todos", señaló Blatter tras anunciar a las ganadoras.