Barcelona. Mientras que en el entorno del Madrid ayer fue un día de recogimiento y reflexión, en Barcelona se vivió, como es lógico, una jornada de celebración, de dulce resaca. "Hoy es un día para ser culé". Así resumió Xavi Hernández, el mejor jugador del clásico, el orgullo que invadía al barcelonismo tras haber goleado con autoridad y suficiencia al Real Madrid.
Xavi, que atendió a los medios tras el entrenamiento del equipo de Guardiola, animó al barcelonismo a disfrutar de esta nueva manita al eterno rival y pidió que no se haga leña del árbol caído, en referencia al eterno rival. "No jugamos para reivindicarnos ni para enviar mensajes. Ni somos quién para decir que lo del lunes es una cura de humildad. En el Bernabéu será otra historia, seguro, pero lo de ayer fue una gozada y lo tenemos que disfrutar nosotros", refirió Xavi. "Supongo que ellos ya estarán bastante jodidos. Además, conozco a los jugadores del Real Madrid, tengo amigos allí y son jugadores muy humildes", argumentó.
El centrocampista de Terrassa habló, en el día después, de "euforia", de "inmensa felicidad" y de "satisfacción por el trabajo bien hecho" destacó que, "más allá de un resultado histórico", lo más importante fue la "inmensa superioridad" que el Barça demostró ante el conjunto blanco. "Es una maravilla sentirse así dentro del campo. Disfrutar de esta manera no tiene precio. Fue uno de nuestros mejores partidos, incluso mejor que el 2-6 del Bernabéu", destacó. "Cada uno puede decir lo que quiera en la sala de prensa, pero a nosotros nos gusta a hablar en el campo", señaló el jugador culé, que incluso quiso disculpar la actitud de Sergio Ramos, expulsado tras agredir a Messi y Puyol.