BILBAO. En una entrevista publicada en la web oficial del piloto bilbaino, el pupilo de Herri Torrontegi recuerda su debut, el 24 de junio de 2007 en el Gran Premio de Gran Bretaña de 250 c.c, como una experiencia "muy intensa" tras su inesperado salto al Mundial del cuarto de litro desde el Campeonato de España de 125 c.c.

"Visto desde la distancia aquel bautismo mundialista define bien mi trayectoria deportiva. Nunca lo hemos tenido fácil pero poco a poco y con esfuerzo siempre acabamos saliendo airosos. Llegamos al Mundial sin hacer ruido y obligados a aprovechar aquella oportunidad y creo que lo hicimos bien", relata Vázquez.

Acerca de su experiencia en estos tres años, el piloto bilbaino subraya que la exigencia en el Mundial "es máxima" y que su experiencia en este tiempo le dice que "hay que ser muy fuerte y trabajar muy duro para sobrevivir en la elite".

"Cada día pasas una reválida y cuando crees que has conseguido algo enseguida te das cuenta de que aún puedes acercarte más al límite. Es como perseguir el horizonte", apunta, antes de señalar como sus mejores recuerdos sus primeros puntos en el GP de la República Checa'07 y el podio de esta temporada en Qatar.

"Subir al podio es algo magnífico. Además, la pugna final con Márquez fue espectacular, nos pasamos y repasamos varias veces. Esta temporada también me ha dejado muy buen sabor de boca la carrera de Le Mans, que fue muy intensa por diferentes motivos", recuerda.

A la hora de valorar su actual temporada, el piloto de Derbi, séptimo clasificado del Mundial, considera que "las cosas marchan por buen camino" al estar en disposición de cumplir su objetivo de "acabar la temporada entre los cinco mejores pilotos y pelear por el podio en el mayor número de carreras".

"A partir de ahora, lo fundamental es estar delante en todo momento. Conseguir un segundo podio sería fantástico, pero mentiría si dijera que me conformo con eso. Si lo logramos, querremos otro cajón más. Es más sencillo decir que nuestra máxima pretensión es seguir creciendo. Sin límites ni obsesiones", concluye.