Vitoria. Un importante rearme anímico, tres puntos de oro y un pequeño paso adelante que ahora toca corroborar. Poco más valor otorga Iñaki Ocenda a la victoria de la última jornada contra el Racing de Ferrol, ya que el preparador albiazul considera que la misma no servirá de nada si el equipo no consigue encadenar el segundo triunfo consecutivo en la visita de mañana a Santiago de Compostela.

"Después del arreoncito del otro día, si queremos seguir la dinámica de no descolgarnos de la zona de play off debemos ir a por los tres puntos. Le di mucha importancia a la victoria por el rearme moral que supone para el grupo. Veníamos de muchos partidos sin ganar en casa y para nosotros era muy importante conseguir esta victoria. Hemos dado un pequeño paso, pero no nos podemos volver locos. El otro día cuando metimos el gol parecía que habíamos ganado la final de la Copa de Europa, pero es por el propio desahogo de las circunstancias negativas. Pero eso se pasa, el miércoles tienes que estar ya predispuesto a dar el siguiente paso y el siguiente paso es Compostela. Hemos logrado algo importante, que era quitarnos un peso de encima, pero ahora hay que darle continuidad y tenemos que ir a ganar otra vez", aseguró el preparador albiazul.

Tiene claro el técnico alavesista que el triunfo de la última jornada es el primer escalón en la pelea por el ascenso, pero también sabe que un nuevo tropiezo echaría por tierra ese trabajo. "Tenemos que tirar hacia adelante porque hemos dado un pasito. Tampoco nos podemos volver locos y pensar que hemos hecho grandes cosas. Simplemente nos hemos enganchado a una posibilidad. Está ahí, cercana, a ver si la afianzamos con otro paso contra el Compostela", explicó.

Uno de los objetivos del técnico vitoriano es que su equipo siga mejorando un juego que el entrenador todavía ve "espeso" en demasiadas ocasiones: "Me gustaría ser dominador de algunas situaciones en las que aún dejamos demasiadas posibilidades a los contrarios".

Pese a que enfrente estará el último clasificado, Ocenda avisó del peligro de un equipo que se jugará una de las últimas opciones de permanencia en el duelo de mañana: "Es un arma de doble filo porque da la sensación de que es un partido fácil y creo que será todo lo contrario. Cuando juegas contra un equipo que tiene problemas económicos, que va último, que moralmente está tocado... Da la sensación de que vas a ir allí y vas a tener un paseo militar. Estoy concienciando a los jugadores de que nos podemos encontrar todo lo contrario, un equipo herido que queme uno de sus últimos cartuchos. De partido fácil, nada".

Para conseguir este objetivo, Ocenda vuelve a apostar por la intensidad y por jugar "igual contra el primero que contra el último porque nos vamos a encontrar a un rival herido y el compromiso tiene un peligro total. El Compostela va a salir a disputarnos el partido, no nos va a decir ahí tenéis los tres puntos".