Vitoria. Las dudas se ciernen sobre el porvenir de Nadal. Pero Rafa es tal vez quien menos se fija en el ranking ATP, donde ha descendido a la cuarta plaza. Sólo tiene ojos para su rodilla y están fijados en seguir el tratamiento para poder regresar al nivel que ofreció en el Open de Australia hasta que un pinchazo en el duelo ante Murray le obligó a retirarse. Es ya la cuarta vez que su rodilla se queja. No aguanta el terrible ritmo que le impone. El pasado 26 de enero una pequeña fisura muscular le apartó de las canchas para cuatro semanas. Pero pese a que últimamente parece que las dolencias no respetan al mallorquín, nadie duda de que regresará a su nivel en poco tiempo, entre ellos los profesionales ya retirados. Mats Wilander, ganador de siete Grand Slams, considera que "Nadal es de otro planeta, capaz de hacer lo imposible. Tendría que jugar menos torneos en pista dura y más de tierra, donde las rodillas sufren menos al poder resbalar o frenar de forma más suave. Debería servir mejor, jugar más en la línea de fondo y subir más a la red. Puede hacerlo". "Es joven e incluso podría tomarse un año libre", añade Patrick Rafter. Un experto en lesiones como Pat Cash, que se retiró prematuramente por los problemas de espalda y rodilla, destaca que "tiene que seguir el ejemplo de Federer: jugar menos torneos y seleccionar más. Pero estoy seguro de que volverá". Para el francés Cedric Pioline, "lo más importante es la confianza. Está cambiando la aceleración de su saque y viaja con un fisioterapeuta todos los días. Hace lo correcto. Pero quizás después de seis o siete años su cuerpo esté cansado. Es normal, siempre corre como un conejo". Otra historia es por qué las lesiones no afectan tanto a Roger Federer. Según Paul Dorochenko, ex preparador físico del tenista suizo, "hablamos de un deportista que aúna todas las cualidades posibles: resistencia, fuerza y coordinación. Cuando tenía 17 años insistimos en que se desplazase sobre la superficie con un coste mínimo porque su técnica rozaba ya la excelencia. Si deja de jugar será más por una cuestión mental". Y es que la clave de su juego está en su toma de decisiones. Si algo domina son los procesos de recogida de información, análisis y decisión, fijándose en los detalles más importantes para anticiparse a lo que ocurrirá. De ahí una de las pancartas que pudieron verse recientemente: "Silencio, genio trabajando".
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