parecía que no se enteraba de la fiesta, pero ha despertado y al final mira". La sentencia proviene de boca de Juan Martínez de Irujo. El de Ibero desveló de esta manera la sensaciones cuando el 10-2 campaba en el marcador. En ese momento, el duelo tenía claro color colorado. "Juan iba como una bomba al principio, imprimiéndole mucha velocidad a la pelota. Él ha salido muy fuerte y yo he tenido que sufrir mucho", explicó, por otro lado, Sebástien Gonzalez. "Yo he intentado alargar mi juego y pegar un poco más para conseguir la posibilidad de entrar más en juego", desgranó el campeón refiriéndose a su cambio de juego en la segunda fase del choque. En ella parecía muerto. "Amigo, tienes que sufrir", se dijo interiormente el de Iparralde. Nadie, en ese punto, se imaginaba tal volquete. Cocido a fuego lento. "Yo creo que, en ese punto, no había que pensar que se nos escapaba el partido. He hablado con el botillero para decidir lo que debíamos hacer para contrarrestar el juego de Juan", exclamó Gonzalez, sabiendo que su palmarés ya cuenta con el lustre que da un Cuatro y Medio. Con las igualadas mientras el luminoso rondaba la veintena, la tensión se palpaba en el ambiente. "Estábamos todavía en el partido y podíamos ganar", destiló Sebas con el 17-17.
Cuando solamente le quedaba un tanto para alcanzar la txapela, el de azul se acogió a su sobriedad habitual para trazar los designios de su actuación. "En ese instante pensaba solamente en no fallar", añadió. Entonces, el éxtasis. "Pasan un montón de cosas por la cabeza en un minuto", remachó. No en vano, el de Azkaine se encumbra con la primera txapela del acotado para Iparralde. "La dedicatoria ha ido para mucha gente. Mis padres, mi hijo, Pampi Ladutxe... Ha habido muchos que me han apoyado". En dicha ofrenda está las imágenes de la mala racha que pasó el de Azkaine. "También darle las gracias porque me ayudó mucho en el apartado técnico", finalizó el actual campeón del Cuatro y Medio. A Sebas le esperaba el Achafla Baita repleto de amigos y familiares.
martínez de irujo Juan Martínez de Irujo, subcampeón, no pudo demostrar su buen hacer ante un gran rival. "Me ha tenido como a una marioneta de lado a lado", sentenció el de Ibero. En sus palabras, destilaba la rabia del perdedor. "Con la primera tacada lo he visto encarrilado, pero al final no ha podido ser. Esto es como acaba, no como empieza", remachó consecuentemente el navarro dejando ver el torrente de juego de su rival en el acotado.
"Sebástien lleva una buena racha", manifestó Juan. "El azkaindarra, además, lleva un gran campeonato, ya me ganó en Zarautz", remató. El estilo de juego que finiquitó al de Ibero fueron los golpeos a doble pared de su rival. "Él ha abierto mucho y muy bien. Ya llevaba mucho tiempo avisando que podía ganar un torneo como éste", desarrolló el navarro.
Además, la final tuvo un capítulo aparte con las decisiones arbitrales. "Es que no se enteran de la fiesta. Pide Sebas descanso y me levantan la tarjeta a mí. Si se equivocan en que una pelota ha sido buena o mala, nos equivocamos todos, pero...", dejó entrever su malestar el de Ibero. "Alguien tiene que hacer algo, estamos jugando una final al 200 por cien y un tío, que está ahí para algo, haga eso... Para esto que pongan a un espantapájaros", acabó Juan Martínez de Irujo.