Si el Alavés recibiera las calificaciones de antaño, en su cartilla de notas aparecería en buena parte de las asignaturas un necesita mejorar. El cuadro albiazul, en este primer trimestre del curso, en muy escasas ocasiones ha llegado al progresa adecuadamente y más lejos queda aún el destaca que recibían los buenos estudiantes. Su testimonial paso por el liderato en las jornadas quinta y sexta invitaron a pensar que el conjunto babazorro podía ser un estudiante brillante, pero a medida que avanza el campeonato se está mostrando ramplón y el plantel vitoriano tiene a estas alturas de temporada varias asignaturas pendientes.

falta de creación

Seis jornadas sin marcar en una jugada trenzada

Uno de los principales problemas, si no el mayor, es la falta de creación de juego. Pese a la calidad que se le supone al equipo, los de Pereira abusan en muchas ocasiones del patadón y se muestran incapaces de sacar el balón jugado. El técnico albiazul ha probado innumerables combinaciones con todo tipo de jugadores en la medular -dobles pivotes, esquema 4-1-4-1, líneas de tres interiores...- y rara vez han dado el resultado esperado.

Buena prueba de esa falta de ideas en la línea de creación albiazul es la escasez de goles que llevan los de Pereira en jugada trenzada. De hecho, de los 18 tantos que acumula la escuadra gasteiztarra sólo siete han llegado tras combinaciones entre los jugadores, un 38%, mientras que los 11 restantes se produjeron a balón parado, bien tras un córner, penalti, falta o saque de banda.

Estos problemas se han acentuado aún más en las últimas jornadas. No en vano, el Alavés acumula la friolera de seis partidos sin marcar un gol en combinación. La última diana que no llegó a balón parado fue el primero de los tres que se le marcó al Compostela en la octava jornada. Desde entonces, los albiazules se han quedado con su casillero a cero, como así ocurrió durante tres semanas seguidas -Lugo, Eibar y Barakaldo- o han marcado gracias a la estrategia, casos del Compostela, dos tantos, Bilbao Athletic, los tres, Sestao, dos, y Mirandés, uno, el penalti transformado por Geni.

sin contundencia atrás

Cinco partidos consecutivos sin dejar la portería a cero

Otro de los males de este Alavés, y que al igual que su falta de ideas en la elaboración de juego se ha acentuado de forma alarmante en estas últimas semanas, es su debilidad defensiva. De hecho, el cuadro babazorro acumula ya cinco jornadas sin dejar su puerta a cero.

Esta ausencia de contundencia defensiva ha coincidido con la baja de Castells. El valenciano cayó lesionado ante el Eibar y desde entonces la zaga albiazul es menos fiable. Buena prueba de ello es que en las siete semanas anteriores en las que el jugador del Alicante formó un tándem perfecto junto a Igor Cuesta, salvo en la victoria por 3-0 ante el Compostela en la que estaba sancionado el vizcaíno, el Alavés consiguió dejar imbatida su portería en seis ocasiones -Osasuna B (0-0), Cultural Leonesa (3-0), Guijuelo (0-1), Zamora (1-0), Lugo (0-0) y la ya citada ante el Compostela-. En este tiempo, Pagola tan sólo tuvo que ir a recoger el balón al fondo de la red en dos ocasiones, ambas en Ferrol.

Sin embargo, desde el Eibar todo se torció. En estas últimas cinco semanas, el Alavés ha recibido seis goles, uno de los armeros, dos en Barakaldo, otro del Bilbao Athletic y Sestao y los dos del Mirandés. Esta falta de contundencia atrás ha llevado al Alavés a encajar en estos primeros 14 partidos ya 12 goles, lo que le deja como el peor en este aspecto de los cuatro de cabeza, habida cuenta de que el Eibar sólo ha recibido 8, mientras que la Ponferradina y Palencia se encuentran con 10.

desenchufados

Salidas adormiladas que pasan factura

Una de las asignaturas que también está suspendiendo el Alavés en este inicio de curso es su puesta en escena. En ocasiones, el conjunto albiazul salta al terreno de juego con una intensidad mucho menor que la de su rival. El contrario de turno aprovecha estas salidas desenchufadas para golpear primero y en ocasiones incluso para sentenciar el duelo.

Hasta la fecha, el cuadro vitoriano ha tirado buena parte de los primeros 45 minutos a la espera de dar el zarpazo en la segunda mitad. Así ocurrió por ejemplo ante Osasuna y Eibar. En el primer caso sólo se sumó un punto ante un equipo que iba colista con cero puntos y tras haber recibido seis goles en dos partidos y no marcado ninguno, mientras que frente a los de Ipurua se acabó perdiendo 0-1. Las salidas de los albiazules sin la tensión adecuada han pasado factura. Así se constata en los partidos ante el Racing de Ferrol y Barakaldo. Los gallegos ya habían marcado para el minuto dos y los fabriles sólo llevaban uno para el once cuando podían haber anotado alguno más gracias a los innumerables córners que forzaron.

incapacidad para sentenciar

Incomprensiblemente da vida a rivales que están noqueados

Uno de los aspectos que más está sorprendiendo y negativamente de este Alavés es su incapacidad para matar los partidos cuando lo tiene todo a su favor. El ejemplo más claro se vivió el pasado domingo, cuando tras adelantarse en el marcador y estar con uno más sobre el terreno de juego se dejó remontar de forma incomprensible por el Mirandés.

Lo sucedido ante el conjunto de Bañuelos no ha sido lamentablemente el único episodio en el que los pupilos de Pereira han demostrado su falta de experiencia para sentenciar un choque ya encarrilado. Esa falta de "picardía" como apuntaron el lunes desde la directiva ya se ha visto en otras ocasiones.

Una de las más claras, en las que se vio a un Alavés muy pipiolo por no saber matar un encuentro ya ganado se dio en Lemona. Los albiazules dominaban por 0-2 a un rival con 10 y al final cedieron un empate. Hay más. Al menos, en estas ocasiones, no tuvieron consecuencias negativas en forma de pérdida de puntos. Ahí están los casos ante el Bilbao Athletic y Zamora, en los que con el partido totalmente encarrilado y con superioridad numérica, el cuadro gasteiztarra pasó más apuros de los debidos.

las consecuencias

Durante este bajón sólo se han sumado 7 puntos de 18

El hecho de que el Alavés no haya hecho bien sus deberes estas últimas semanas y haya suspendido de forma sistemática algunas de las principales asignaturas ha tenido sus consecuencias. La principal es su caída de puestos en la tabla, al pasar del liderato que ostentaba en la sexta jornada al cuarto puesto en el que está en estos momentos.

Este descenso viene provocado por su escasa cosecha de puntos en este último mes y medio. Y es que los albiazules sólo han sido capaces de sumar 7 de los 18 que se han puesto en juego merced a los triunfos ante Bilbao Athletic y Sestao y el empate contra el Lugo y haber perdido la otra mitad de los encuentros disputados, Eibar, Barakaldo y Mirandés.