En el imaginario colectivo de una sociedad que casi no tiene tiempo para el aquí y el ahora puede parecer que los efectos de la dana del pasado mes de noviembre han quedado en un pasado difuminado por el paso de las hojas del calendario. Pero la realidad es bien distinta. Por eso, desde la capital alavesa, justo estos días en los que muchas personas aprovechan para desconectar, Nahikari Mora y Ion Ander Somovilla de Miguel se encuentran en Alfafar junto a LaTaBalKa, esa cámara y taller fotográfico sobre ruedas que ya es bien conocido en tierras alavesas pero que ahora afronta su viaje más largo.
Hay otras paradas previstas tanto a la ida como a la vuelta en Alagón y Torrijo de la Cañada, localidades en el que el proyecto gasteiztarra va a desplegar su habitual propuesta creativa, colectiva y divulgativa en torno a la fotografía. Pero la estancia principal se va a producir en tierras valencianas, a donde acude para trabajar de manera conjunta con la Koordinadora de Kolectivos del Parke Alcosa, propuesta nacida en 1985 para trabajar contra la exclusión social, la pobreza y el paro a través de distintas iniciativas. Eso sí, “la dana lo ha destrozado todo”, como describen tanto Mora como Somovilla de Miguel.
La cultura como apoyo
Fue el pasado verano cuando ambos entraron en contacto con dos personas que pertenecen a la coordinadora. Ambas estuvieron en Vitoria y conocieron de primera mano lo que es y lo que significa LaTaBalKa. “Nos invitaron a ir a Alfafar”, en un primer momento en noviembre, sin saber, por supuesto, lo que iba a suceder. Como es evidente, en ese momento no se pudo producir el nuevo contacto, aunque la relación ha sido estrecha en estos meses a pesar de la distancia, mandando también dinero y materiales.
Además de en tierras valencianas, a lo largo de estos días se va a trabajar en las localidades de Alagón y Torrijo de la Cañada
Otro ejemplo de ello es la conexión que se ha establecido con la fotógrafa Tamara Sánchez. “Está haciendo un trabajo desde hace años sobre el colectivo del parque Alcosa” que se está traduciendo ahora, por ejemplo, en un proyecto con jóvenes de allí para recoger testimonios sobre sus vivencias en la dana, sobre dónde estaban cuando sonaron las alarmas y ellos y ellas, en realidad, “ya estaban hasta arriba de barro”. LaTaBalKa va a servir, entre otras cosas, para apoyar este proceso puesto que el agua se llevó equipos y materiales que son necesarios.
Además, la misma autora ha editado el libro Día 1. El tiempo detenido en la dana, del que se han enviado 60 ejemplares a Vitoria para venderlos aquí a través de Mora y Somovilla de Miguel, ya que lo obtenido se va a destinar a la causa. Una veintena ya tienen nuevos dueños, pero siguen quedando más para quien quiera colaborar.
Labor diaria
Son diferentes acciones las que LaTaBalKa tiene previsto llevar a cabo en estas jornadas de estancia. Como es habitual, se van a desarrollar talleres de fotografía analógica para cualquier persona que quiera tomar parte en ellos, sin perder de vista que la propia caravana es tanto una cámara y un taller, como sirve para proyectar audiovisuales y, ante todo, ser un lugar de encuentro. “Lo que pretendemos es conectar con públicos muy diferentes. Además, siempre estamos abiertas a todo lo que pueda pasar”.
“Tenemos muchas ganas de esta propuesta y de ver la reacción cuando nos vean con este proyecto que es tan singular”
Asimismo, está previsto, como hace poco tiempo se hizo en Murgia, realizar una intervención en un lugar público y hacerlo, como es marca de la casa, con el vecindario de Alfafar, compartiendo una creación que esté vinculada con el lugar y sus gentes. “Igual ahora no necesitan abrigo y mantas, pero sí reconstruirse porque estamos hablando de gente que está reventada. Cada persona podemos colaborar desde diferentes perspectivas”.
Es la aportación que ambos quieren y pueden hacer. “Tenemos muchas ganas de esta propuesta y de ver la reacción cuando nos vean con este proyecto que es tan singular. Es el primer viaje largo que hacemos y puede que tengamos algo de incertidumbre pero también mucha ilusión por llevarlo a cabo”.
En ruta
Sin pretenderlo, lo cierto es que los tres lugares que van a visitar hasta principios de mayo están conectados por el agua. En el caso de Alfafar, no hace falta dar más detalles. Pero es que en Alagón y Torrijo de la Cañada también van a trabajar en espacios donde se están dando problemáticas con infraestructuras vinculadas a ríos.
“La caravana también es trabajar con cuestiones como identidad, patrimonio, creatividad, reciclaje y reivindicación de espacios”, algo que va a estar muy presente en estos tres lugares.