El sello internacional sigue presente en el arranque de la nueva temporada de Ondas de Jazz. Tras el paso por la capital alavesa del pianista Fred Hersch, este martes toma el relevo Carmen Souza. Como es habitual, la cita en el Conservatorio Jesús Guridi será a partir de las 19.00 horas, quedando todavía alguna entrada disponible.
Viene de actuar en países como Austria, Alemania o Reino Unido y dentro de nada seguirá por escenarios de Portugal, por ejemplo. ¿Es el público muy distinto?
–Sí, siempre diferente. Pero en ocasiones también presenta algunas similitudes. Lo que suelo hacer casi siempre es explicar un poco el mensaje que se encuentra implícitamente en la música que toco y de esa manera intento atraer el público dentro del escenario, es como una sesión de intercambio de experiencias, historias y sensaciones. Y me gusta mucho también hablar un poco en la lengua local, porque así la gente se siente más incluida.
Está presentando ‘Port’Inglês’, un álbum...
–Es una historia y también una viaje en el tiempo hasta las islas de Cabo Verde, en el momento de la presencia inglesa allí. Es un álbum muy especial para mí, porque marca el final de mi tesis de máster en Etnomusicologia. Es un álbum de descubrimiento, que habla sobre la colonización y descolonización de las mentes. Pero también es un disco que en el medio de este periodo caótico de colonización e imperialismo, habla de amistades e intenta construir puentes y provocar el diálogo entre culturas, con el objetivo de crear colaboraciones y un futuro mejor. Musicalmente, es un álbum esencialmente acústico, que busca inspiración en las tradiciones de la música caboverdiana y mezcla todo esto con el jazz.
Las herencias culturales
¿Qué le aportan a usted sus diferentes raíces y procedencias?
–Una paleta riquísima de influencias, sonidos e imágenes que me inspiran y me dan ganas de hacer música. Como músico es una bendición no tener limites y poder beber, adaptar y traducir todas estas procedencias en mi música.
¿Cómo es hoy Cabo Verde?
–Es una mezcla de influencias, una cacerola de culturas criollas como forma de adaptación al paso y los cambios de los tiempos. Es un país que después de estas diferencias y presencias, y de la colonización, está encontrando su identidad y su forma de estar en el mundo. Socialmente, es un país de personas muy amables que es una característica que ya se encuentra poco en el mundo. Nosotros vivimos en realidades muy complejas en Europa, vivimos en una esclavización del consumismo y de las redes sociales. Sin embargo, en Cabo Verde la vida se torna más simple, menos complicada. Musicalmente, es un país en constante desarrollo, grandes músicos se están formando y surgiendo de Cabo Verde lo que hace que el futuro sea cada día mas prometedor para su música.
¿Cree que Europa sigue viviendo de espaldas a África?
–En mi opinión, Europa, en este momento, está de espaldas a todo, y poco a poco estamos volviendo a una realidad a la que nunca debiéramos desear volver. Los extremos y las divisiones son cada vez más fuertes, es como si la inteligencia hubiera desaparecido y pasamos directamente a la violencia y el insulto. Europa tiene una gran deuda con África, pero con todo lo que pasa ahora mismo en el mundo, las guerras, los conflictos locales, a nadie le interesa hablar de reparaciones, de construir puentes y promover diálogos saludables.
"Como músico es una bendición no tener limites y poder beber, adaptar y traducir todas estas procedencias en mi música"
La huella de la artista
Este disco es ya el undécimo de su carrera creativa. ¿Cuál cree que es el sello musical que define a Carmen Souza?
–De identidad propia. Yo construyo junto a mi mentor, Theo Pascal, con el que llevo caminando hace más de 20 anos. Es una búsqueda constante por encontrar otras formas de expresión y construir un nuevo sonido. Siempre enraizados en la música tradicional lusa pero mezclada con la libertad del jazz.
¿Qué le parece cuando los periodistas y los críticos hablan de usted como la heredera de Cesária Évora o como la Ella Fitzgerald de Cabo Verde?
–Es un gran honor poder compartir ese legado, son dos artistas que me inspiran y que hicieron mucho como mujeres y artistas.
¿A todas aquellas personas jóvenes que ahora se están formando para que la música, sobre todo el jazz, sea su profesión, qué les aconsejaría?
–Que formen su propia identidad y voz. Pueden aprender la teoría en las universidades, pero después se tienen que tomar el tiempo de descubrir y, sobre todo, de sentir. Las universidades tienen su utilidad en enseñar la teoría, pero falta tiempo para sentir y crear su unidad, y entonces acaban por poner a los jóvenes dentro de fórmulas. Otra cosa que es importante es que una de las características que definen al artista pasa por reflejar su tiempo y con su música hacer, producir, algo con un propósito, y con un mensaje y que tenga la magia de unir las personas.