El Deportivo Alavés depende de sí mismo para asegurar su continuidad en la élite. A falta de cuatro jornadas para que concluya el campeonato, los babazorros aventajan en tres puntos a Las Palmas y, tras la derrota de los canarios el viernes en casa, tienen la oportunidad de ampliar aún más ese colchón. Ahora bien, el desafío de esta tarde no es baladí: desde las 18.30 horas, los del Chacho Coudet afrontan el derbi en San Mamés.

Lo positivo para el Glorioso es que, al contrario que el Athletic, llega a la cita con una única ausencia que lamentar: la de Abdel Abqar. El resto están disponibles y, por ello, se espera que el entrenador argentino siga dando continuidad al once que tan bien le ha funcionado en las últimas jornadas. Joan Jordán, ya en condiciones óptimas, podría ser la única novedad respecto al equipo que formó de inicio frente al Atlético de Madrid.

Ernesto Valverde, por su parte, cuenta con las bajas seguras de Iñaki y Nico Williams, también de Beñat Prados, y más en duda está la participación en el derbi de Oihan Sancet. El mediapunta navarro se entrenó ayer y ha entrado en la convocatoria; pero, en el caso de que juegue, será unos pocos minutos, no el partido entero. Además, tampoco estarán ni Andoni Gorosabel ni Álex Berenguer, ambos cumpliendo ciclo de tarjetas. 

Al igual que el Alavés, el Athletic también se juega mucho en esta cita. El Villarreal y el Real Betis se han acercado demasiado y, ahora mismo, nada asegura a los de Ibaigane que vayan a jugar la próxima edición de la Champions League. Está por ver, asimismo, cómo ha afectado a la plantilla bilbaína el varapalo continental, eliminada por el Manchester United de una Europa League cuya final se jugará pronto en San Mamés. 

MEJOR COMO TAPADO

A favor del Glorioso juega que se le han dado bien los enfrentamientos en los que su rival ha sido favorito. Así se vio en Montjuic, donde un solitario gol de Lewandowski impidió dar la sorpresa al Barça. Lo mismo con el Betis, el Villarreal, el Girona, el Real Madrid o la Real Sociedad. A los gasteiztarras les favorece que el otro tenga la presión, sobre todo cuando actúan lejos de Mendizorroza.