Después de años de subirse a los escenarios guitarra en mano con canciones bien conocidas de terceros, Andoni Ollokiegi decidió en 2023 sacar un primer disco con temas propios bajo el nombre de Olloki, una apuesta que en este 2024 ha subido todavía más con la publicación de Alienatuta. Creaciones que esta semana van a ser protagonistas por partida doble en el Casco Viejo de la capital alavesa.
De hecho, el primer encuentro con el público se va a producir este martes a las 20.30 horas en el marco de la semana programación musical del Parral. El músico y compositor, junto a su banda, repetirá el próximo viernes 18 en el Txapeldun. “La gente que viene a los conciertos es escasa pero la que viene, está a tope todo el rato. Así que espero que funcione el boca a oreja”, apunta.
Lo cierto es que estas actuaciones con su proyecto propio “está siendo algo novedoso” a pesar del tiempo que el cantante y guitarrista lleva recorriendo en solitario escenarios de aquí y de allá. Pero en esos recitales interpreta versiones de títulos que “ya sé que van a funcionar”. Ahora, sin embargo, “es mojarse en un terreno distinto. Estoy como emocionadísimo por eso. El fracaso ya lo tienes previsto, puede venir ahora o después, pero va a llegar. Lo importante es intentarlo y hacer feliz a toda aquella persona que venga a algún concierto. Si transmitimos buen rollo y felicidad a los que vengan, por mucho que se hable en las canciones de temas serios, no habrá nada que nos pare”.
La guerra y el primer amor
Sabe Olloki que es una locura mantener el ritmo de disco por año, sobre todo en estos tiempos. Bekataria, además, fue una tarjeta de presentación “un poco loca”. “En ese trabajo era como un niño con hiperactividad, ahora parece que he crecido para convertirme en un adolescente un poco más centrado”, ríe. En Alienatuta “hay un intento de que en el sonido haya algo más de coherencia”.
Aún así sigue habiendo variedad de estilos. Lo que no ha cambiado son las temáticas de las letras. Son todas “un compendió sobre quién soy yo”, hablando de cuestiones actuales como “las guerras, el hambre, el sexismo, la situación del euskera...”, sin dejar de lado otros intereses como “la fiesta o el primer amor”. “Me gustaría que alguna de estas canciones entre a formar parte de alguna de las personas que escuche el disco. Hoy tenemos un exceso de contenidos que igual impide esto, así que tal vez sea mucho pedir, pero bueno”. A la espera de ese camino entre el público, él tiene claro que esta aventura con su proyecto persona “creativamente está mereciendo la pena”.