Toca hacer las maletas. Casi siete años después de la grabación de su último disco –un Sewed with light que también se registró en Estados Unidos–, la banda gasteiztarra The Soulbreaker Company vuelve a cruzar el Atlántico para meterse en el estudio. Esta vez, el destino es Chicago, donde los componentes del grupo alavés van a permanecer desde este fin de semana hasta el próximo día 24. Por delante, esperan unas jornadas intensas de trabajo para dar vida a una producción que se lanzará en 2025.

“Estamos con muchas ganas de ir”, apunta Jony Moreno antes de que el cantante y sus compañeros de proyecto pongan rumbo hasta los estudios Electrical Audio, fundados por el reconocido y multifacético Steve Albini, quien falleció el pasado mes de mayo. De hecho, la triste noticia se conoció pocas semanas después de que The Soulbreaker Company diera en la sala Jimmy Jazz el último concierto de la gira con la que la formación gasteiztarra celebró sus 20 años en la música.

Toda una oportunidad

Fue la pandemia la gran culpable de trastocar los planes iniciales con respecto a la edición de nuevos discos. Cuando en 2022 se pudo recuperar la normalidad al completo en las actuaciones, el grupo decidió llevar a cabo el mencionado tour de aniversario y afrontar un nuevo álbum. En las maletas van 13 canciones preparadas, aunque “ya veremos cuántas se quedan al final” en un trabajo que, por ahora, no tiene título. 

Poco a poco. Ahora toca desarrollar un intenso trabajo en la ciudad norteamericana, una estancia que el grupo ve como “una gran oportunidad” en un doble sentido. Por un lado, por el hecho de acceder a un estudio referencial. “En relación a otros discos, en este caso hemos mirado que este sea un álbum seguramente más directo. Estamos buscando un sonido que creo que encaja muy bien con lo que nos puede aportar Electrical Audio”.

The Soulbreaker Company Dani Arrizabalaga

Por otro, por la posibilidad de conocer un ciudad como Chicago, adentrarse en el ambiente y, en la medida en la que sea posible, disfrutar de algún hueco libre. Por de pronto, la agenda es intensa y en ella solo hay previsto un día libre. “Nos hemos cogido una casita típicamente americana”, sonríe el cantante del grupo. “Las épocas de grabación son de mucha hermandad, de hacer piña. En todas las grabaciones hemos tenido muchos sentimientos de fraternidad y de estar juntos. No hay estrés o presión. Así que creo que nos aguantaremos bien de nuevo”. Seguro que sí.

Después, California

Cuando el trabajo de grabación termine en Chicago, la música de los vitorianos seguirá en Estados Unidos. La intención de la banda es confiar la mezcla y la masterización del disco a Tim Green y su estudio californiano Louder Studios. Ya tienen con él una estrecha relación con las dos referencias anteriores de la banda y “estamos muy contentos con él”.

Por ahí pasan los planes del sexteto. En 2025 llegará el nuevo disco y, por supuesto, una nueva gira. Pero ahora toca coger el avión. “Es verdad que es un poco follón organizarse, también con las familias y demás, pero es algo que venimos planeando desde hace tiempo”. Buen viaje.