“No he ido tanto a Madrid en mi vida”, sonríe Itzal García Argüello. Comenzó este 2024 tomando parte en una exposición colectiva en la galería La Zona y ahora regresa tras ser su proyecto Plastic Food uno de los siete seleccionados en la Bienal de Mujeres en las Artes Visuales. De hecho, este mismo miércoles, la creadora gasteiztarra tomará la palabra, junto al resto de autoras escogidas, para desgranar los detalles de su propuesta en una jornada especial que tendrá como marco el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.

Acudir es, además de una posibilidad importante de dar a conocer sus actuales procesos de trabajo, “una oportunidad de establecer distintas redes con nuevas personas y de conocer, por ejemplo, a las mujeres que componen el jurado, a las que sigo. Es muy necesario intercambiar ideas y, en este sentido, estar allí me interesa mucho porque me aporta”, apunta la también profesora de la Escuela de Artes y Oficios de la capital alavesa.

Cambiar hábitos y valores

“Nos comemos una tarjeta de crédito a la semana”. Sobre esta idea, Plastic Food se desarrolla como un proyecto de investigación y creación artística en torno a la alimentación. “A través de la comida nos llegan un montón de microplásticos de manera constante”, una realidad que a García le sirve para plantear el desarrollo de diferentes piezas, sean esculturas, performances, vídeos...

‘Plastic Food’ forma parte de los siete proyectos seleccionados en esta edición, a la que se han presentado 177 propuestas

“Se trata de que seamos conscientes y nos replanteemos los hábitos de vida que tenemos en la actualidad. Nos pasamos la vida asumiendo que las cosas, al parecer, tienen que ser como son y no hacemos caso” a las alarmas permanentes sobre el cambio climáticos. “Estamos en la cuenta atrás y es urgente no seguir así”, describe la artista y docente vitoriana.

Por supuesto, alterar el paso “supone cambiar los hábitos y los valores sociales”. Es algo fácil de escribir, pero parece que el ser humano se empeña en que sea imposible de cumplir. García, por ejemplo, pone el acento en la reutilización de la ropa y de ahí desarrolla una performance con una camiseta de vidas, en apariencia, infinitas. Eso sin olvidar, como se pudo ver en la exposición de Madrid, el uso de supuestos deshechos alimentarios como las floemas de las mandarinas, reconvertidas en esculturas.

Con todo, la autora señala que de aquella muestra a su actual práctica, “el proyecto ha evolucionado”, gracias también a dos visiones externas que han ayudado “a centrar todo mucho mejor”. Aún así, se mantienen características básicas como la presencia de la mujer como “transmisora de valores” y creadora de vida. “Es un proyecto que tiene muchos apartados”.

La creadora y docente gasteiztarra Itzal García en su clase de la Escuela de Artes y Oficios Josu Chavarri Erralde

Reconocimiento

La gala Mujeres en las Artes Visuales 2024 arrancará mañana a eso de las cinco y media de la tarde en el Thyssen-Bornemisza. En el transcurso de la misma, García tendrá la oportunidad de comentar las bases y fundamentos de Plastic Food, cuya selección en esta bienal le reporta a la artista una ayuda de 1.300 euros.

Además, el acto en el museo madrileño se aprovechará para hacer entrega de los décimos premios de Mujeres en las Artes Visuales y para celebrar los tres lustros de camino que lleva desarrollando esta asociación, que está compuesta, en estos momentos, por más de 730 personas. Todo ello, por cierto, se podrá ver en directo a través de Youtube.

“Es el reconocimiento a un trabajo que se considera potente”, a una reflexión sobre el modelo actual de vida y alimentación

La propuesta de la creadora vitoriana ha sido elegida de entre los 177 proyectos presentados. En concreto, su selección ha venido de la mano de la Fundación Enaire, dependiente del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible. El hecho de ser seleccionada, para la gasteiztarra tiene un valor añadido, teniendo en cuenta que ha estado desconectada de su propia práctica artística durante años a pesar de que en el arranque de su trayectoria llegó a exponer, por ejemplo, en Estados Unidos. Pero el desencanto con el sistema del arte y su maquinaria llevo a García ha llevar a cabo un punto que, eso sí, no fue final.

Es más, en su vuelta ya acumula otras distinciones. Ahora llega el espaldarazo de la Bienal de Mujeres en las Artes Visuales. “Me aporta muchísimo. Es el reconocimiento a un trabajo que se valora como potente”, que se subraya y se considera interesante para seguir siendo desarrollado. Sobre todo, frente a otros 170. Así que aunque el viaje de ida y vuelta a Madrid va a ser en una misma jornada puesto que hay que seguir con las clases en Artes y Oficios, “merece la pena” el esfuerzo.

Claro que después del paso por el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza Madrid, Plastic Food seguirá reclamando ser desarrollado. La investigación y el trabajo que, desde el ecofeminismo, lleva a cabo la autora tiene muchos y diversos caminos que recorrer. Una senda en la que, eso sí, ya está el apoyo de Mujeres en las Artes Visuales.