La temporada primaveral de la Red Municipal de Teatros de Gasteiz acaba de empezar y justo este viernes se estrena en sus escenarios de los centros cívicos. Lo hace en el Félix Petite (Ibaiondo) de la mano de El nadador de aguas abiertas, proyecto escénico en el que se reúnen unos cuantos nombres bien conocidos por el público de la capital alavesa.
La cita se va a producir a partir de las 19.30 horas en un espacio que tiene casi todo vendido, aunque algún hueco queda todavía. A partir de ahí, los espectadores se encontrarán sobre las tablas al vitoriano Markos Marín y a Adolfo Fernández, encargados, bajo la dirección de Fernando Bernués, de dar vida a este texto de Adam Martín Skilton que, para la ocasión, ha adaptado María Goiricelaya.
“Este es un relato cautivador. Dos vidas fortuitamente enredadas por el mar y, en la orilla, la amistad ejerciendo de literal salvavidas… Es un auténtico regalo narrativo que a su vez insinúa sugerentes posibilidades escénicas y escenográficas”, apunta Bernués a la hora de presentar una obra protagonizada por Nilo y Walrus.
Una relación singular
El primero es “un actor mediocre al que ya no le dan trabajo. Su mujer lo ha dejado y él entra en una espiral de pensamientos autodestructivos”, como explican desde K Producciones y Tanttaka Teatroa, responsables de la producción. El segundo es “un nadador experto que oculta un trauma familiar”. Así, “Nilo aprenderá a nadar a los cuarenta y ocho años, y en el camino también recibirá la lección más importante de su vida”.
Así se presenta una especie de fábula moderna, un relato en el que el mar y la natación sirven para hablar de qué pasa cuando se sale de la zona de confort, con todo lo que eso supone.
Fue en 2019 cuando Adam Martín Skilton publicó el libro homónimo que sirve como punto de referencia para esta adaptación teatral, que fue estrenada en febrero del año pasado y que ahora llega a la capital alavesa. Lo hace, además, para devolver a su ciudad natal a un Markos Marín que comenzó su trayectoria en el Taller de Artes Escénicas.