En realidad, nadie duda de que deberían haber sido 16 las nominaciones. Pero hace ya unos años, los Premios Goya cambiaron su reglamento y no es posible que menores de 16 años puedan optar a un galardón.
Eso ha dejado fuera a Sofía Otero, aunque 20.000 especies de abejas sería una película distinta sin ella como protagonista. Eso sí, en sus manos está el Oso de Plata con el que la Berlinale reconoció su trabajo en el primer largometraje de ficción de la directora, guionista y productora laudioarra Estibaliz Urresola Solaguren.
Así que al final han sido 15 las categorías en las que el filme está presente. No es un número baladí. Es, de hecho, todo un récord histórico. Ninguna ópera primera hasta ahora había conseguido llegar a esta cifra.
Ni siquiera El orfanato, con la que J. A. Bayona llegó a las 14 nominaciones en 2007. Él, por cierto, es el otro gran nombre de cara a la gala del próximo 10 de febrero, esta vez con su La sociedad de la nieve.
Ese sábado en Valladolid se vivirá la gran fiesta anual del cine. Las quinielas y los mentideros dicen que el creador barcelonés es el que parte con más apoyos, teniendo en cuenta además su camino hacia los Oscar.
Pero el triunfo de 20.000 especies de abejas en los Forqué, que pilló por sorpresa incluso al propio equipo encabezado por la creadora alavesa, puso en evidencia que todo puede pasar.
Más allá de lo que suceda o no el próximo 10 de febrero, la película estrenada en la Berlinale ha superado con creces todas las expectativas
Y si... “No solo habla de transexualidad infantil. Es un relato sobre cómo concebimos y experimentamos la vida interna y cómo la conjugamos con el mundo exterior; sobre los límites que separan estos dos mundos; sobre las violencias que se ejercen en el seno familiar, incluso en nombre del amor”. Son palabras de Urresola Solaguren a este periódico en abril de 2020, justo cuando la pandemia lo había paralizado todo, pero ella seguía trabajando en el desarrollo de su proyecto.
Para entonces, su idea ya había conseguido en 2018 una de las ayudas a la escritura de guión del Gobierno Vasco y había sido seleccionada en los programas Noka Mentoring 2019 de Zineuskadi y La Incubadora de The Screen, ese mismo 2020.
Todos esos pasos y esfuerzos terminaron por cristalizar y, suceda lo que tenga que ser en los Goya, lo cierto es que desde su estreno, la obra ha superado todas las expectativas.
El número de nominaciones tendría que haber sido mayor, pero las bases de los premios han impedido que Sofía Otero esté en el listado
Lo empezó haciendo en su estreno, en febrero del año pasado, en plena Berlinale. Desde entonces, los premios en festivales de medio mundo no pararon de llegar. Siguió con la puesta de largo en las salas comerciales, donde estuvo más de 16 semanas reuniendo a más de 160.000 espectadores y superando los 900.000 euros de recaudación.
Y en ello sigue ahora a través de la pequeña pantalla y las plataformas, aunque solo con la lectura de los nominaciones, el filme ya regresó a los cines. Volverá a pasar, sin duda, si los Goya valoran como se merece este trabajo rodado en parte en Álava.
Puede hacerse con el galardón a la mejor película, lo que supondría todo un hito. Junto a esta nominación están las de la propia Urresola Solaguren (guion original y dirección novel), así como, en el plano interpretativo, las de la gasteiztarra Patricia López Arnaiz (actriz protagonista) y Martxelo Rubio (actor de reparto).
A esto se añade la doble nominación en la categoría de actriz de reparto, un Goya que pueden ganar Ane Gabarain e Itziar Lazkano. Imposible elegir.
En los apartados técnicos, están las posibilidades de Raúl Barreras (montaje), Pablo Vidal (dirección de producción), Nerea Torrijos (diseño de vestuario), Ainhoa Eskisabel y Jone Gabarain (maquillaje y peluquería), la vitoriana Izaskun Urkijo (dirección de arte), Mariano García Marty, Jon Serrano, David Heras, Fran Belda e Indira Martín (efectos especiales), Gina Ferrer García (dirección de fotografía), y Eva Valiño, Koldo Corella y Xanti Salvador (sonido).
Varios de estos nombres ya han sido dichos en el escenario de los Goya en ediciones anteriores.
Dice la teoría, por tanto, que de las 15 nominaciones, el filme podría llegar a ganar 14. Y también puede pasar que ninguna.
Al final, no deja de ser una suerte de decisión en la que intervienen muchos factores, no todos lógicos y explicables.
La realidad es que, ante todo, el objetivo principal de este tipo de actos pasa por ayudar a la difusión y la promoción de obras y creadores. Las abejas seguirán volando más allá del 10 de febrero.
