Durante toda la semana Estibaliz Urresola y todo el equipo que ha llevado a cabo 20.000 especies de abejas habían recibido los parabienes de la crítica de la 73ª edición de la Berlinale, pero había que esperar a la jornada de ayer, la destinada a la entrega de premios, para confirmar que las buenas expectativas se hacían realidad con algún galardón que reconociese la película dirigida por la directora alavesa. Y el éxito del filme de la laudioarra fue mayúsculo, al hacerse con uno de los grandes premios del Festival Internacional de Cine de Berlín, el Oso de Plata a la mejor interpretación protagonista, que fue a parar a Sofía Otero por su actuación como la niña protagonista del filme de Urresola. Pero, además de aparecer en el palmarés oficial de una de las grandes citas internacionales del cine, la película alavesa también se hizo con otros dos galardones fuera del concurso oficial y otorgados por los jurados independientes: el premio Gilde del Cine Artístico y Teatral en Berlín y el galardón otorgado por los lectores del diario

Berliner Morgenpost. Un éxito por todo lo alto para Estibaliz Urresola, que era la primera cineasta vasca en competir en la sección oficial, y reconocimientos que cobran mayor relevancia, si cabe, al tener en cuenta que su ópera prima está rodada en castellano, euskera y francés; lo que ha supuesto que esta sea la primera ocasión en la que se escucha el euskera en dicho festival. De esta forma, la cineasta laudioarra ha logrado hacer historia rompiendo diferentes barreras y situando al cine vasco en el mapa de uno de los festivales de cine más importantes del mundo.

Sofía Otero ganó el premio a la mejor interpretación de la Berlinale por la película 20.000 especies de abejas. “Gracias al jurado por concederme este premio tan –uy, no me lo creo– tan especial para mí”, dijo la joven actriz, que subió al escenario acompañada de la directora del filme, Estibaliz Urresola. Dio las gracias asimismo al equipo técnico, a peluquería, maquillaje, dirección, producción, y a su familia. “A mis padres, a mi padre, Fernando Otero, el mejor padre del mundo entero, a mi madre, que la quiero con locura, a mis hermanos”, dijo, y agregó a abuelos, abuelas, tíos y tías, lo que arrancó las risas del público.

Sofía Otero, que con esta película debuta en el cine, da vida a Cocó, una niña trans de ocho años, la protagonista de 20.000 especies de abejas, que no encaja en las expectativas del resto y no entiende por qué. Todos a su alrededor insisten en llamarle Aitor, pero no se reconoce en ese nombre ni en la mirada de los demás. Su madre Ane (Patricia López Arnaiz), sumida en una crisis profesional y sentimental, aprovechará las vacaciones para viajar con sus tres hijos a la casa materna en Baiona, donde reside su madre Lita (Itziar Lazkano) y su tía Lourdes (Ane Gabarain), estrechamente ligada a la cría de abejas y la producción de miel. Allí se enfrentará a las miradas de adultos que solo la reconocen con su nombre e identidad de niño.

El éxito con el Oso de Plata a la mejor interpretación para Sofía Otero estuvo precedido por los dos premios que se llevó 20.000 especies de abejas fuera del concurso oficial de la Berlinale y entregados por los jurados independientes.

Así, el filme de Estibaliz Urresola se hizo con el premio Gilde del Cine Artístico y Teatral “por su visión innovadora y su inspección del interior de una familia confrontada a la transexualidad infantil”, destacó el jurado que representa a los exhibidores del grupo de cines Gilde. 20.000 especies de abejas recibió además el premio de los lectores del diario Berliner Morgenpost, que valoraron el “mensaje auténtico y fuerte” que lanza esa producción sobre la sociedad, a través de una niña que pide a su madre que la escuche.

Tras el éxito cosechado en Berlín, 20.000 especies de abejas, producido por Gariza Films, Inicia Films y Sirimiri Films, continuará con su recorrido por diferentes festivales tanto nacionales como internacionales participando en la Sección Oficial del Festival de Málaga y clausurando el festival catalán D’A Film Festival.

Resto de premiados

El documental francés Sur l’Adamant, de Nicholas Philibert, ganó el Oso de Oro de la Berlinale. El siguiente premio de interpretación en un papel de reparto fue para la alemana Thea Ehre, en el papel de una transexual recién salida de la cárcel, en la película Bis ans Ende der Nacht, de Chistopher Hochhäusler. El jurado internacional presidido por la actriz estadounidense Kristen Stewart optó por repartir sus Osos entre cines con contenidos complejos: Sur l’Adamant es un documental rodado en un centro de día psiquiátrico de París, mientras que tanto el filme de Urresola como el de Hochhäusler inciden en la transexualidad.

Una de las películas favoritas al Oro, la alemana Roter Himmel, de Christian Petzold, obtuvo el Oso de Plata Gran Premio del Jurado, mientras que el premio del equipo de Stewart correspondiente al mejor director fue para el francés Philippe Garrel, por Le grand Chariot.

Hubo asimismo sucesivos premios en la sección Encounters, para nuevos lenguajes del cine, que se fueron para España o América Latina: El eco, de la mexicana Tatiana Huezo, ganó el mejor al mejor documental y también a la mejor dirección de esa sección.

El español Lois Patiño consiguió el premio especial del Jurado de Encounters por Samsara, mientras que el premio a la mejor ópera prima de esta edición de la Berlinale fue para la argentina Adentro mío estoy bailando, de Leandro Koch y Paloma Schachmann.