A finales de este mes, la sala Amárica despedirá el proyecto fotográfico colectivo #serlobas, una propuesta de Elisa Miralles y Lurdes R. Basolí que, como ya se anunció en su presentación a principios del pasado septiembre, va a ser, a la fuerza, diferente cuando se cierre con respecto a cuando se abrió.
Lo que el público gasteiztarra ha podido ver hasta ahora es el resultado del trabajo de ambas creadoras en torno a los cuerpos de las mujeres, pero también el aporte, “como musas y fotógrafas”, de 37 participantes en talleres realizados en Terrassa, Madrid, Córdoba, Valencia y Rubí. Un encuentro parecido se va a vivir justo estos días en la capital alavesa, contando con la participación de La Casa de las Mujeres de Gasteiz.
Junto a ellas se van a compartir momentos de análisis, reflexión, investigación y acción, cuyos resultados fotográficos se van a unir a la exposición presente en Amárica y van a permanecer en el proyecto en sus siguientes fases. El taller va a arrancar este viernes y se va a desarrollar hasta el domingo.
De hecho, el 14 a las dos de la tarde, coincidiendo con el cierre de este encuentro, se va a realizar una visita guiada especial a cargo de Miralles y Basolí. El recorrido, de acceso gratuito y abierto a cualquier persona interesada, va a formar parte de la “reinauguración de la exposición que tendrá lugar tras la colocación de las imágenes resultantes del taller”, como explican desde la Sociedad Fotográfica Alavesa, entidad responsable de que el proyecto haya llegado a Vitoria.
Cuerpos sin imposiciones
Estas nuevas imágenes creadas de manera específica en Gasteiz se van a sumar a una propuesta que pone el foco en los cánones de belleza aprendidos y asumidos como normales e incluso naturales, en las fórmulas sociales que imponen que una mujer debe ser de una manera, que dictan lo que sí es aceptable tanto en forma como en fondo. Frente a eso, en esta muestra “construimos un nuevo relato en torno a nuestros cuerpos”, uno “contado por nosotras”.
El proyecto, tras pasar por la capital alavesa, seguirá desarrollándose desde la base de que frente a la “opresión estética” que algunos niegan o relativizan, es imprescindible hablar de diversidad y libertad, según explican sus coordinadoras y también creadoras.