Mientras otros escenarios cercanos cierran sus puertas y Euskadi sigue perdiendo tablas de referencia para la escena del jazz, el Dazz sigue dando pasos firmes dentro de su ya asentada programación. De hecho, hoy vuelve a encontrare con Move, cuarteto en el que se citan Iñigo Ruiz de Gordejuela (piano), Alberto Arteta (saxo), Javier Callén (contrabajo) y Borja Barrueta (batería). La cita con el público va a ser a las 20.00 horas, aunque parece que encontrar una entrada libre es misión imposible.

Es la tercera ocasión en la que banda y local cruzan sus caminos. “Es un sitio que nos ha apoyado mucho desde el principio”, apunta Ruiz de Gordejuela, que hace ya un año y medio abandonó tierras alavesas para asentarse en Madrid. Así que la cita de esta tarde no deja de ser una vuelta a casa, a un espacio, el de la calle Cuchillería, en el que el pianista ha actuado además junto a otros proyectos.

En este caso, Move cierra este 2023 en la recta final de los conciertos de su anterior trabajo –el grupo también tocará mañana en Bilbaina Jazz Club– y a la espera de que vea la luz su próxima referencia, Momentum. “Es un trabajo muy emocionante porque hemos compuesto todos música nueva. Ya hemos ido al estudio y está grabado ese segundo disco, que previsiblemente saldrá en primavera”, describe.

En crecimiento

De hecho, el pianista apunta que el grupo se encuentra en un momento “muy emocionante”. Move es “un proyecto que está creciendo mucho. Hemos podido tocar en toda España, en varios festivales y salas. Y además hemos sido seleccionados para el catálogo de Plataforma Jazz España, lo cual es muy importante para nosotros. Es una referencia que incluye los 15 proyectos más pujantes de jazz aquí y estar ahí es un lujo”.

La palabra Momentum “hace referencia a una energía que viene y que se proyecta en el futuro. Es la continuidad de un grupo que está en constante crecimiento y evolución. Es una fuerza in crescendo” que se sustenta en cuatro músicos de procedencias diferentes y que no pierde de vista las esencias del jazz, pero que no puede ser adscrito a ningún estilo concreto.

“El otro día en Madrid, después de un concierto, nos vino un señor a decirnos que lo que más le había impactado era ver el respeto que nos tenemos en el escenario. Me quedo con esa idea. Ese respeto nos hace estar musicalmente todo el rato alerta, aprendiendo unos de otros. Es lo más valioso de Move, que no hay un solo líder. Somos cuatro líderes en un cuarteto”. Claro que eso también hay que saber gestionarlo. “De hecho, una de las canciones del nuevo disco se va a llamar Consenso por eso mismo. Hay que aprender a ceder para bien. Tu opinión no necesariamente es la verdad, aunque creas muy fuerte en ella. Hay que saber ver otras opciones que también pueden ser muy válidas. En este grupo eso pasa de manera constante”.