El artista vitoriano Santos Iñurrieta ha fallecido este mediodía a causa de una enfermedad contra la que llevaba un tiempo luchando. Detrás queda una carrera pegada a la pintura que comenzó a principios de los años 70 con sus primeras exposiciones. En su ciudad natal, su obra se pudo ver por última vez tanto en Zas Kultur y Zuloa (2018) como en Artium (2017).

"Como pintor soy totalmente naíf (...)  Utilizo esa técnica rudimentaria y este dibujo bastote que poseo porque me vienen muy bien para narrar”, explicaba el autor en una entrevista previa a su última muestra en Artium, Ke usted lo pase bien que se pudo ver desde septiembre de 2017.

Nacido en julio de 1950 en la capital alavesa, fue en 1971 cuando realizó su primera muestra, que tuvo lugar en los Salones de Cultura que la desaparecida Caja Municipal de Vitoria tenía en la calle Olaguibel. Fue la consecuencia lógica de sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios y de un interés por la creación que despertaba con fuerza, conectando con grupos de artistas como Zue. De la experiencia de este grupo procedente de Bilbao, y en relación con otros jóvenes creadores vitorianos del momento, Iñurrieta tomó parte en la puesta en marcha de Klin.

Aquella primera muestra tuvo dos consecuencias palpables en su trayectoria. Por un lado, que consiguió vender obra incluso antes de abrir la exposición. Fue Félix Alfaro, nieto de Heraclio Fournier, ese primer comprador. Por otro, que entró en contacto con los también pintores Carmelo Ortiz de Elguea y Juan Mieg.

Un arranque fructífero

Como recordaba el también artista Iñaki Larrimbe en Diario de Noticias de Álava, antes de la muestra en Artium,  al finalizar aquel exitoso debut, Iñurrieta ganó el único concurso de murales convocado por el Festival de Cine de San Sebastián a lo largo de su historia. "A rebufo del premio, se le invita a participar en otro certamen con más trayectoria: el de pintura mural de Zarautz. Asimismo, en los estertores de su mili, en 1972, el artista obtiene uno de los galardones del VI Gran Premio de Pintura Vasca. Estando de permiso, acude también ese año a los Encuentros de Arte de Pamplona, evento que congregó a 350 artistas de vanguardia. Iñurrieta, que como otros jóvenes creadores vascos quiere que el encuentro dé cabida a sus trabajos, conoce ahí, por ejemplo, a Agustín Ibarrola y a Néstor Basterretxea".

Sin perder de vista la figura del promotor cultural Leopoldo Zugaza y mientras compartía estudio con Mieg, Iñurrieta empieza a realizar más exposiciones, destacando en la década de los años 70 la relación con la galería Bilbao Mikeldi.

En 1982 recibió el segundo premio Gure Artea y fue becado por la Fundación Faustino Orbegozo. A partir de ahí, siguió desarrollando una carrera muy pegada al momento, en la que estuvo siempre presente su compromiso social.

La detención de 1992

El 11 de diciembre de 1992 Iñurrieta fue detenido por la Policía Municipal de Vitoria cuando apoyaba en el suelo una de las verticales traviesas de vías de tren ancladas a tierra que conformaban una obra de Ibarrola instalada en la Virgen Blanca. El artista vitoriano declaró al juez que su “intervención” también era arte. “Quería que me detuvieran y de una vez denunciar la actuación de un Departamento de Cultura que se gasta unos siete millones de pesetas en la exposición de Ibarrola y no tenía dinero para promocionar de verdad la actividad artística de los jóvenes”.

La acción y la detención del autor llevó a que varios artistas de Vitoria mostrasen su crítica pública a la actuación del juez. También Jorge Oteiza defendió en un artículo la acción de Iñurrieta. Con todo, el hecho tuvo una consecuencia importante dentro de la vida del creador: decidió dejar Gasteiz y trasladarse a Mallorca, donde hoy ha fallecido.