Fue en 2015 cuando Lide Hernando creó Liher, aunque poco después aquel proyecto en solitario se convirtió en un cuarteto que ha traspasado fronteras. Eso sí, la banda donostiarra ha decidido hacer un parón indefinido. El escenario de Burubio acoge este viernes al grupo, que tras pasar por Amurrio volverá a Álava el 26 de enero para actuar en la sala Jimmy Jazz. Después llegará el silencio. Bueno, en parte, porque Lide Hernando ya está trabajando en una nueva aventura y volverá a las tablas en primavera.

El último concierto de Liher en Álava fue en junio, abriendo el Azkena Rock Festival. Era una actuación que, en realidad, estaba prevista en 2020. ¿Hasta qué punto la pandemia tiene que ver con la decisión que han tomado de parar el grupo?

–No ha sido la causa más directa, pero estoy convencida de que las razones que nos han llevado a esto, el cansancio que tenemos físico y mental, empezaron ahí, de intentar levantar lo que habíamos construido hasta antes de marzo de 2020. Ese año sacamos el que a día de hoy es, para mucha de nuestra gente, el mejor disco de la banda, Hemen herensugeak daude. Detrás de ese álbum había mucho trabajo. Estuvimos dos años currando en él. También invertimos mucho dinero. Y, de repente, sucedió todo aquello. Mi relación emocional con Liher no se ha recuperado tras la pandemia.

Alguien se puede extrañar, tras ver uno de sus conciertos, de la decisión porque se le ve al cuarteto en un buen momento.

–Ya (risas). Entiendo que desde fuera parezca eso. Y es verdad que estamos en un momento ascendente. Pero un ascenso es también ir cuesta arriba. Cansa. No hemos parado de tocar y eso hace que cada vez somos mejores en directo, somos más bloque. Pero son ocho años sin parar, descansando como mucho lapsos de tres meses, y al final llega un momento en el que sabes que necesitamos parar, olvidarnos de nosotros y descansar. Y volveremos a retomarlo cuando estemos en condiciones. También el panorama del rock está un poco raro y ya veremos si sacamos otros disco, si no, si hacemos esto o... Parar, resetear y pensar qué hacer, es lo que queremos.

Esta rectal final es emocionante, triste, divertida...

–¡Todo! Lo cierto es que estoy empezando a sentir ya algo de nostalgia. Acabamos de ir a Austria y a Alemania y ha habido gente que nos ha hablado de nuestra próxima visita, y yo pensando: bueno, pues... Ahora empiezas a ver que la decisión de parar es de verdad. Estos conciertos que vienen van a tener un componente extra en ese sentido.

Lide Hernando Muñoz en pleno concierto de Liher.  | FOTO: PILAR BARCO

Lide Hernando Muñoz en pleno concierto de Liher. | FOTO: PILAR BARCO

¿Cómo se plantean estos últimos conciertos, con el repertorio más reciente o haciendo un repaso amplio a estos años?

–Con las actuaciones de otoño, como la que damos en Amurrio, vamos a seguir con el código de los conciertos de verano, es decir, con los dos últimos discos (Hemen herensugeak daude y Eta hutsa zen helmuga) y alguna canción vieja que siempre se mantiene. Pero para los conciertos de despedida, por así decirlo, en Bilbao, Gasteiz y Donostia vamos a preparar un repertorio que mirará a toda la trayectoria.

Usted fue el origen del proyecto. ¿Cómo ve el camino recorrido hasta esta decisión de parar?

–Ahora estoy comenzando otro proyecto musical y está siendo todo muy diferente a Liher. Pienso: ¡pero qué incoscientemente empecé yo a hacer cosas en el baserri de un amigo que me grabó unas canciones en un solo día! No sabía nada de cómo usar las redes sociales, del orden de las cosas... Hoy no haría así las cosas, pero también pienso que en ese momento era muy libre. Todo lo que venía estaba bien porque no esperaba nada. Claro, vender las 200 copias que saqué de aquella maqueta fue una locura. La trayectoria siempre ha sido ascendente. Después de eso se formó la banda, lo que supuso que había tres opiniones más a la hora de hacer y decidir.

Liher, posando Cedida

Después del último concierto, que será el 2 de marzo, ¿qué?

–Empezaré con conciertos del nuevo proyecto. Y Liher a invernar. Yo no quiero esperar, no voy a invernar de la música. Necesito parar de Liher como cuarteto, como proyecto, como rock. Quiero descansar de Liher para echarlo de menos; pero no de la música y por eso el nuevo proyecto.

Decía que también quiere descansar del rock. ¿A qué sonará esa nueva aventura?

–Es que son muchos años haciendo un mismo estilo aunque hayamos abarcado muchos subgéneros. Yo empecé cantando soul en la calle. Tengo ganas de retomar eso, de ir a sonidos menos duros y más pop. Pero bueno, ya veremos qué pasa y por dónde va todo. Además, nos llevamos tan bien y nos gusta tanto lo que hacemos en Liher, que vamos a querer volver. Pero es una incógnita. Ya veremos.