Las palabras nacieron de lugares como Aletxa, Manzanos y Santa Cruz de Campezo, entre otros. Fue en primavera de 2022 cuando el poemario De natura (Nimbo Ediciones), de Loli G. García, se presentó al público.

Un total de 25 poemas daban forma y fondo a la publicación, que también incluía otras tantas imágenes creadas por la acuarelista Blanca Olabuenaga. Hoy, el libro sigue dando sus pasos entre el público. Lo hace seguramente sin ser consciente de que también en este arranque de otoño se ha convertido en exposición.

Una muestra que estas semanas se puede ver en Ataria, un lugar que parece más que propicio para acoger un proyecto artístico que tiene a la naturaleza como principio y fin.

La agenda avanza y el día 22 tocará completar el camino, pero las dos creadoras han dado el paso de completar este tramo final con dos citas especiales que compartir con todas aquellas personas que, con acceso gratuito, quieran participar.

La primera se producirá este mismo viernes a las 17.30 horas. Será el momento de realizar una visita comentada por la escritora y la pintora a Poemarios de natura. Poemas y acuarelas, que es como se ha titulado la exposición. Será el momento de conocer más detalles sobre la aventura emprendida por ambas y en torno a las obras generadas de esta colaboración.

Además, el día 22, en este caso a las 12.30 horas, se producirá un recital especial, que se llevará a cargo en la zona del mirador que se adentra en los humedales. Será en una propuesta en la que también habrá música en directo y en la que tomará parte el periodista Iñaki Casas.

Una colaboración estrecha

Se completa así un camino que nació de las palabras escritas por Loli G. García, que quiso componer con el mencionado poemario una especie de “libro de viajes” por casi todo Álava. Páginas que quiso llevar a otro nivel y de ahí su propuesta a Blanca Olabuenaga.

“No sabía si iba a ser capaz de transmitir sus sentimientos, pero empecé a sacar las ideas de sus textos y me terminó por resultar fácil”.

“Cada poema puede suscitar sensaciones y emociones muy diferentes a depende qué persona, pero lo cierto es que Blanca, desde el primer momento, captó el sentido de cada uno a la perfección”, recuerda la escritora. Así se muestran en esta exposición, cada texto acompañando a cada pintura.

“Loli se conformó muy bien con todo lo que pinté, lo respetó todo. Es más, estaba entusiasmada”, sonríe la acuarelista.

De esta forma, en la exposición, como en el poemario, las dos formas de expresarse caminan en paralelo, cada una desde sus códigos y características, pero compartiendo el mismo punto de partida e inspiración, lugares que en la mayor parte de los casos corresponden a diferentes localizaciones del territorio alavés.

Eso aunque no todos los lugares fueron fáciles de acometer desde el lado de la pintura, como pasó con unos versos dedicados al monte Ioar.

El resultado se puede compartir desde las páginas y, durante estas semanas, también desde Ataria. La naturaleza se muestra y se lee junto a Loli G. García y Blanca Olabuenaga.