Segundo día completo el que hoy afronta el Festival de Jazz de Gasteiz, que en sus dos escenarios principales presenta tres propuestas dominadas por los nombres propios. Destaca, por supuesto, el de Brad Mehldau, referencia indiscutible desde hace tiempo en la escena internacional que hacía ya unos años que no acudía a la capital alavesa. Todo ello sin perder de vista que el resto de tablas –calle, Jazz de Medianoche, programaciones en bares...– estarán a pleno rendimiento desde el mediodía.
En lo que se refiere al centenario escenario, de nuevo el encuentro con el público será a partir de las 17.30 horas. Le tocará estrenarse en el evento a Samora Pinderhughes, pianista, cantante y compositor del que no hay que perder de vista que también lleva sus pasos por el cine y por el arte contemporáneo. Al norteamericano, como a tantos otros creadores, la pandemia le hizo un roto dentro de su trayectoria. Llegó justo cuando muchas miradas ya estaban puestas en él tras esa primera tarjeta de presentación que fue The Transformations Suite.
Con todo, el covid no limitó su capacidad de seguir sacando material poco a poco, hasta que hace algo más de un año publicó el disco Grief y consiguió meterse a público y crítica en el bolsillo. Con este trabajo bajo el brazo es con el que se presenta en Vitoria, uno de los tres escenarios que en exclusiva va a pisar este mes de julio (los otros son los del Copenhagen Jazz Festival y del North Sea Jazz Festival).
Doble sesión
Sin tampoco mucho tiempo para respirar, el polideportivo se pondrá en marcha a las 20.30 horas, cambiando un poco el orden de actuación que sería lógico. Así, será Mehldau el que ponga en marcha el cartel para después dar paso a Immanuel Wilkins.
Así, el pianista de Jacksonville será quien levante el simbólico telón. Lo hará acompañado de Larry Grenadier (contrabajo) y Jeff Ballard (batería). Supondrá su esperado regreso a la capital alavesa, donde ha actuado en diferentes formatos, más allá de que no se ha visto a Mehldau de verdad si no se le ha podido disfrutar a piano solo. Con todo, con esta misma formación ya ha estado en el pabellón. Fue un 16 de julio de 2015, abriendo para unos tales Chris Potter y Dave Holland. Casi nada.
Clase y calidad le sobran por los cuatro costados. También alguna que otra rareza, pero, bueno, todo suma. Tras él, llegará el momento de otros estreno en la capital alavesa, el de Immanuel Wilkins. Al joven saxofonista y compositor de Filadelfia le pasó como a Pinderhughes, que justo apareció la pandemia cuando aficionados y crítica se estaban frotando las manos. Aún así, consiguió en 2020 que su disco Omega rompiera las barreras del covid.
Con todo, el año pasado volvió a la carga con The 7th Hand, nuevo trabajo que es la excusa perfecta para la larga e intensa gira europea que el músico empezó el pasado 30 de junio en Dinamarca. Eso sí, su actuación en la capital alavesa es una nueva exclusiva estatal del festival, aunque ya el año pasado se le pudo disfrutar por estos lares, dejando grandes sensaciones.